El papa Francisco se vio obligado a interrumpir este domingo la lectura de su homilía durante el Jubileo de las Fuerzas Armadas en la Plaza de San Pedro, debido a “dificultades en la respiración”, un incidente que se suma a sus recientes problemas de salud relacionados con una bronquitis.


El arzobispo Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas, continuó con la lectura de la homilía, que contenía un poderoso mensaje dirigido a las fuerzas armadas del mundo. En el texto, el pontífice instó a los militares a “defender la vida siempre” y advirtió contra “el veneno de la propaganda del odio” que fragmenta las sociedades contemporáneas.

En un momento particularmente significativo de la homilía, el papa abordó el papel de los capellanes y obispos castreneses en los ejércitos, lamentando que en el pasado hayan bendecido conflictos. “Ellos no prestan su servicio —como a veces ha pasado tristemente en la historia— para bendecir perversas acciones de guerra”, señalaba el texto.
Tras la lectura de la homilía por parte de Ravelli, Francisco pudo recuperarse lo suficiente para pronunciar los últimos rezos y el Ángelus, durante el cual hizo un llamado urgente por la paz mundial.
“Hermanos y hermanas, recemos por la paz. Por la martirizada Ucrania, por Palestina, Israel, Myanmar, todo Oriente Medio, Sudán. Que callen las armas en todo el mundo y se escuche el grito de los pueblos, que piden paz”, manifestó el pontífice.

Este Jubileo de las Fuerzas Armadas representa el segundo gran evento sectorial del actual Año Santo, período durante el cual los peregrinos que llegan a Roma pueden obtener la indulgencia. El evento sigue al Jubileo de los comunicadores celebrado el mes pasado, y ha congregado a miles de miembros de las fuerzas armadas y de seguridad de diferentes nacionalidades, con una notable presencia de efectivos italianos, así como delegaciones del Ejército y la Guardia Civil española.
La salud del papa Francisco, quien cumplirá 89 años este año, ha sido objeto de creciente atención en los últimos meses, especialmente considerando la exigente agenda que mantiene como líder de la Iglesia Católica y sus frecuentes apariciones públicas.
Fuente Infobae