Un adolescente de 18 años mató ayer a 19 niños y dos maestros en una escuela primaria de Uvalde, una pequeña localidad de Texas, situada cerca de la frontera con México.
En la escuela estudian una mayoría de niños hispanos, de entre 7 y 10 años, muchos de ellos de familias modestas.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, dijo que el sospechoso, a quien identificó como Salvador Ramos, era un residente local y ciudadano estadounidense y también falleció, muy probablemente abatido por las fuerzas de seguridad.
El tiroteo fue el más mortífero desde el de Sandy Hook en Connecticut en 2012, en el que murieron 20 niños y seis adultos.
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