«Por eso les pido el sacrificio de subir las escaleras y los saludo aquí, sentado. Es una humillación, pero la ofrezco por su país», agregó el Pontífice.
Francisco no pasó entre los fieles del Aula Paulo VI para los saludos, pero había llegado por sí mismo al escenario a pie.
«Querría pasar a saludarlos a todos, confió el Papa a los peregrinos eslovacos, pero los saludo de corazón desde aquí. Rezo por ustedes, por sus familias, por su noble pueblo. Adelante y coraje. Y les pido, por favor recen por mí», agregó.
Francisco sufre de dolores en la rodilla que desde hace algún tiempo han obligado a cambios en su agenda. Recientemente se sometió a controles médicos específicos.
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