El papa Francisco visitó este domingo una remota comunidad en medio de la selva en Papúa Nueva Guinea, donde instó a poner fin a la violencia y a la “superstición y la magia” que empañan un lugar que comparó con el Edén.
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El Papa Francisco se reúne con los fieles de la diócesis de Vanimo en la explanada frente a la Catedral de la Santa Cruz en Vanimo, Papúa Nueva Guinea (REUTERS/Guglielmo Mangiapane):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/N5XPDRUTOBFB4M2ZD3GAPEYK7E.jpg 420w)
Un niño saluda al Papa Francisco en la Escuela de Humanidades Holy Trinity de Baro, cerca de Vanimo. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)Francisco aterrizó en Vanimo, una ciudad costera situado unos grados al sur del ecuador. Papúa Nueva Guinea está al norte de Australia.
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Francisco fue recibido como invitado de honor por miembros de la tribu local (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)Francisco fue recibido como invitado de honor por miembros de la tribu local, que interpretaron un baile tradicional vestidos con tocados de plumas, pulseras de conchas y hojas, y el cuerpo recubierto por ornamentos de pintura.
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El papa dio las gracias a las miles de personas congregadas, algunas de las cuales caminaron o navegaron durante días para asistir a la cita y elogió las “sonrisas contagiosas” y la “alegría desbordante” de los niños.
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El papa elogió las “sonrisas contagiosas” y la “alegría desbordante” de los niños. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)Pero también describió el lugar como un paraíso turbulento y pidió “vencer las divisiones personales, familiares y tribales”, así como “expulsar del corazón de las personas el miedo, la superstición y la magia”.
Estos y otros males, dijo, “aprisionan y hacen infelices a tantos hermanos y hermanas, también aquí”.
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Alumnos del Colegio de Humanidades Santísima Trinidad sostienen pancartas mientras esperan al Papa Francisco en Baro (REUTERS/Guglielmo Mangiapane):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/OQHYVJPJ57L633TP776WP5EMKI.jpg 420w)
El papa recibió a fieles de la comunidad (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)Más del 90% de los 12 millones de habitantes de Papúa Nueva Guinea se declaran cristianos, y alrededor de una cuarta parte son católicos.
Pero la religión coexiste con una panoplia de creencias, costumbres y ritos locales, algunos de los cuales desatan un fervor sangriento.
Religión y creencias locales
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El pontífice saluda a una niña en una escuela de Vanimo (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)Algunas zonas de Papúa Nueva Guinea sufren violencia tribal vinculada a creencias profundamente arraigadas sobre la existencia de la brujería.
En las aldeas, las turbas acorralan sistemáticamente a los que son falsamente acusados de magia negra, generalmente mujeres, y los asesinan en horribles calvarios.
Investigadores australianos estiman que este tipo de violencia ha dejado unas 3.000 muertes en los últimos 20 años.
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El papa instó a los fieles a hacer frente a estos estallidos de violencia y a rehacer la imagen de su nación. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)El papa instó a los fieles a hacer frente a estos estallidos de violencia y a rehacer la imagen de su nación.
Hagan “famosa a Papúa Nueva Guinea no sólo por su variedad de flora y fauna, sus encantadoras playas y su mar cristalino, sino también y sobre todo por las personas buenas que allí se encuentran”, insistió el jesuita argentino.
Muchos papúes esperan que la visita del papa pueda transformar a su nación. Francisco celebró previamente una misa al aire libre para 35.000 personas en la capital, Port Moresby.
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Muchos papúes esperan que la visita del papa pueda transformar a su nación. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)Margaret Clive, una vendedora ambulante, aseguró que muchas personas se habían quejado de la llegada del papa y habían preguntado qué les aportaría.
“Soy feliz que el papa esté aquí”, dijo. “Es un líder religioso mundial que trae el mensaje de la paz”.
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El Papa Francisco se reúne con un grupo de misioneros en la Escuela de Humanidades de la Santísima Trinidad en Baro, cerca de Vanimo, Papúa Nueva Guinea (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)“Hay mucha violencia contra las mujeres y los niños, aquí en la ciudad, los jóvenes arrebatan los bolsos a las madres que mercadean”, describió.
“Los principios cristianos están ocultos mientras que nuestros caminos pecaminosos son transparentes, necesitamos un cambio”, añadió.
El papa terminará su visita a Papúa Nueva Guinea el lunes con un discurso en un estadio, antes de volar a Timor Oriental, que se independizó en 2002 tras más de cuatro siglos de colonización portuguesa y 25 años de ocupación indonesia.
En este país del sudeste asiático, de mayoría católica, deberá enfrentarse a los escándalos de pederastia dentro de la Iglesia, en gran parte ignorados por los artífices de la independencia.
(Con información de AFP)
Fuente Infobae
