El PRO se reunió antes del inicio de la campaña y empieza a definir el cronograma electoral de 2019

0
450

No hubo definiciones, como en todos los encuentros multitudinarios del mismo estilo que realizan cada tanto. Incluso los propios organizadores reconocieron por lo bajo que la convocatoria obedeció casi exclusivamente a una obligación partidaria, y como un gesto a los dirigentes del interior que aprovechan la ocasión para evacuar inquietudes o para encontrar algún tipo de incentivo extra de cara a las elecciones del año próximo, con los peores meses de la crisis del programa económico en el espejo retrovisor.

El encuentro nacional del PRO, que reunió en la tarde de este lunes a la plana mayor del partido y a decenas de dirigentes y asesores de todo el país, a tres años de la asunción de Mauricio Macri, sirvió sin embargo para una catarsis colectiva de fin de año y antes del receso de verano en el que el Presidente y su mesa chica deberán definir qué hacer con el calendario electoral.

No hubo discursos en ese sentido: solo arengas, el reconocimiento de un «año difícil» y algunos tibios consejos de Marcos Peña en vísperas de la campaña.

El adelantamiento, o no, de las elecciones bonaerenses sobrevoló de todos modos las conversaciones de pasillo. Nadie se anima a decir todavía qué es lo mejor para Macri, cuya figura concentra el mayor rechazo en el Conurbano bonaerense, y para María Eugenia Vidal, que pasó solo un rato por el encuentro partidario porque tenía que volver a sus oficinas para una reunión con sus colaboradores.

La gobernadora llegó apurada, entró por la puerta del costado para evitar a los medios, dio un discurso breve y edulcorado, como de costumbre, y se fue rápido en la camioneta oficial. Antes, auguró unas «felices fiestas en familia» a las decenas de dirigentes que la escuchaban, y dijo que «el 2 de enero» volverán a «salir a la calle a escuchar a la gente», según reconstruyó este medio con varios de los asistentes.

Vidal tiene previsto tomarse los primeros días de enero para alternar vacaciones en el complejo de Chapadmalal con recorridas por las playas de la costa bonaerense. A su vuelta, deberán resolver la fecha de elecciones.

Según las fuentes oficiales consultadas por este medio, en la mesa chica que rodea a Macri aún no están demasiado convencidos de la idea de desdoblar las elecciones nacionales con las provinciales que había ganado adeptos en las últimas semanas. Jaime Durán Barba, ausente en el encuentro, está abocado al análisis del tema: tampoco lo atrae la idea por el momento.

Cualquiera decisión, sin embargo, se tomará hacia el final del verano, después de un exhaustivo análisis de encuestas y estudios.

«Nos motiva renovar energías para el año que viene», aseguró optimista el jefe de Gabinete, uno de los oradores de la tarde, frente a ministros como Guillemo Dietrich, Carolina Stanley, Dante Sica y Patricia Bullrich; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la vicepresidenta Gabriela Michetti; los senadores Humberto Schiavoni y Patricia Bullrich; las diputadas Silvia Lospennato y Carmen Polledo, entre otros legisladores, y autoridades partidarias como Francisco Quintana y Juan Ignacio Maquieyra. Rogelio Frigerio se ausentó por un viaje al interior.

Rodríguez Larreta, uno de los integrantes de la mesa chica del PRO, tampoco definió aún cuándo convocará a elecciones. El nuevo Código Electoral de la Ciudad le permite unificar el calendario. La idea de votar Nación, ciudad y provincia de Buenos Aires el mismo domingo todavía suena con fuerza en el entorno presidencial.

Peña, por su lado, abundó en la campaña del año próximo. «Cuando encaramos las elecciones juntos, sin fisuras, en equipo y con la confianza de que los argentinos saben discernir, los resultados son mejores que los que el cinismo estima». No se refirió a qué aludió cuando habló de «cinismo». Pero pidió «evitar las falsas disyuntivas» y machacó con que la sociedad no quiere participar de movilizaciones colectivas. «Hoy todas las personas son editores de su propia realidad y un medio de comunicación», remarcó.

A pesar de los dichos de la ministra Bullrich ante los medios antes de su discurso de cierre -fue la última en hablar en el evento antes de Michetti-. «El calendario electoral del año que viene va a ser como era antes, como un cine continuado. Nos hubiera gustado que haya elecciones un solo día», resaltó.

En el centro de la polémica por el nuevo reglamento policial vinculado al uso de las armas de fuego, la ministra de Seguridad fue la única que se salió de la monotonía del libreto oficial. Dijo que, en la anterior gestión, el «Estado» estaba al «servicio de una dinastía política», que «los Moyano de la vida no se quieren mover» y que es «la primera vez en la historia que un gobierno sin características mafiosas va a terminar su mandato».

Una horas antes de que el PRO empezará a sesionar en el último encuentro del año, el juez Claudio Bonadio llamó a indagatoria a Franco y Gianfranco Macri, padre y hermano del Presidente, por una derivación del «caso de los cuadernos» por los dichos de Claudio Uberti, ex funcionario K, que declaró que todos los meses recibía dinero de parte de empresarios del rubro de las autopistas que debía controlar. Los funcionarios y dirigentes que llegaron hasta Parte Norte se mostraron sorprendidos.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here