«Al 10 de diciembre se puede llegar sin un descontrol monetario, pero evitarlo en diciembre y los meses siguientes va a ser difícil”, ese es el título del último informe de Domingo Cavallo, donde explica que si Alberto Fernández quiere bajar la inflación puede perder recaudación en el intento, y como el gasto está indexado tendrá que financiarse con un exceso de emisión para cubrir el déficit fiscal. Ahí comenzaría el descontrol el “descontrol”, según su análisis. Para evitarlo recomienda aceptar una inflación alta en el corto plazo y buscar un mercado de cambios desdoblado entre un dólar comercial, para liquidar importaciones y exportaciones, y uno financiero y legal (para ahorro, finanzas, turismo y demás, sin intervención del BCRA).
El ex ministro de Economía de Carlos Menem y Fernando de la Rúa está convencido de que Macri pagará los intereses y amortizaciones de la deuda en los próximos 31 días hábiles, pero plantea el dilema sobre lo que viene. “Con las declaraciones y comentarios hechos por economistas allegados a Alberto Fernández es imposible bosquejar un cuadro claro sobre cómo quedará reestructurada la deuda”, pero “aún sorprende que no se haya autorizado el funcionamiento de un mercado libre por el que se cursen todas las operaciones que no están habilitadas para hacerlo por el mercado oficial”–, Cavallo afirma “el gobierno de Macri no terminará con una sensación de descontrol inflacionario mayúsculo”.
“Dejar que funcione un mercado cambiario libre ayudaría a reducir la brecha entre los tipos de cambio”, resumió.
“Si el nuevo gobierno tiene un mínimo de profesionalismo en materia monetaria, tendría que comenzar organizando el mercado cambiario de esa manera [con el mencionado mercado libre]. Es lo que debió haber hecho el Banco Central en 2014 cuando regía el cepo de Kicillof. Es difícil de entender por qué no lo hicieron entonces, de la misma forma que no se entiende que no lo haya hecho ahora el gobierno de Macri”, expresa el ex ministro desde su informe DFC Associates.
Cavallo está convencido de que Macri paga los intereses y amortizaciones de la deuda en los próximos 31 días hábiles, pero plantea el dilema sobre lo que vendrá. “Con las declaraciones y comentarios hechos por economistas allegados a Alberto Fernández es imposible bosquejar un cuadro claro sobre cómo quedará reestructurada la deuda. Estimo que será difícil evitar una declaración de moratoria como paso previo a anunciar el esquema de reestructuración, pero no es imposible”, analiza.
En materia fiscal, asegura que Macri mostrará cifras de déficit primario como porcentaje del PBI a precios corrientes, muy cercanas a las comprometidas en el acuerdo con el FMI, “pero lo habrá logrado por efecto de la aceleración inflacionaria que permitió el aumento de la recaudación y el PBI en términos nominales y cierta reducción del gasto público en términos reales”. En términos monetarios describe una aceleración “muy significativa” de la emisión. “La única forma de que ésta evite una aceleración inflacionaria peligrosa es que el efecto sobre el tipo de cambio se limite al mercado libre y el gobierno logre controlar el tipo de cambio comercial generando un superávit en ese mercado”, escribió.
En el contexto de desarme del stock de Leliq que lleva adelante el Banco Central, el informe afirmó que “quitarle este virtual subsidio a los Bancos, es mucho más razonable que obligarlos a prestar dinero a sus clientes privados a tasas reguladas por el Banco Central, idea que han comenzado a insinuar algunos asesores del nuevo presidente como forma de inducir a la reducción de las tasas de interés”.
Sobre el final, destaca que “esta multiplicidad de tipos de cambios no controlados y, en particular la volatilidad y el alto costo transaccional del contado con liquidación, más que contribuir a detener la salida de capitales obstaculiza su entrada”. Y cierra: “aun con un mejorado sistema cambiario, el desafío en materia de reestructuración de deuda, ajuste fiscal y control monetario será mayúsculo”.