El real brasileño subió ante la posibilidad de la convocatoria a nuevas elecciones

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El real de Brasil cerró al alza el viernes, poniendo fin a la mejor semana de la moneda en más de siete años, tras breve el arresto y declaración del ex presidente Lula da Silva, en lo que da inicio a nueva etapa de la investigación federal sobre un gran esquema de corrupción que agravó la crisis política que amenaza a la presidente Dilma Rousseff.

El real avanzó un 1,09 por ciento a 3,7607 unidades por dólar la venta, en una sesión en la que se valorizó hasta las 3,6550 unidades. En la semana, el real sumó un alza de un 5,93 por ciento, su mayor avance en el período desde octubre de 2008.

En cuanto a la Bolsa de San Pablo, ésta cerró con una suba del 4,01% tras la citación del ex mandatario.

Dicho cierre se da en el contexto de la mayor recesión económica (una caída del 3,8% en 2015), lo que no ha impedido que se despierte un renovado apetito de los inversores por el país latinoamericano.

Los analistas interpretan que la detención de Lula acelera el caso para el proceso de destitución de la presidente Dilma Rousseff y, con ello, el cambio de gobierno.

«La posibilidad de que se celebren nuevas elecciones y se produzca un cambio en el gobierno explicaría la reacción inicial del mercado a las noticias de hoy», explicó Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, según publicó el diario El País.

«Parece que los mercados están ignorando la posibilidad de que haya un período de mayor incertidumbre política y apuestan por la posibilidad de que nuevas elecciones provoquen un giro hacia políticas más centristas y promercado», recalcó. Si se produjera la destitución de Rousseff, la ley establece que sería sustituida por el vicepresidente y eso provocaría un cambio de gobierno sin necesidad de convocar nuevas elecciones, un proceso mucho más largo y complicado.

Lo cierto es que, en las últimas semanas, el sentimiento de los inversores hacia el conjunto de los mercados emergentes ha mejorado notablemente –no sólo en el caso de Brasil–, impulsados por las subidas del precio del petróleo.

Tras siete meses consecutivos de fuga de capitales, en febrero esa tendencia se frenó y en algunas regiones, como Latinoamérica, se registraron por segundo mes entradas de capital, según los datos del Instituto de Finanzas Internacionales. La bolsa paulista es la que registra un mejor comportamiento y acumula subidas del 25% desde los mínimos de finales de enero.

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