Fue un partido épico. De esos que si se volvieran a jugar, el resultado podría terminar con una goleada adversa. Aquella jornada en Turín, la Argentina hizo historia cuando eliminó a Brasil en los octavos de final del Mundial.
El encuentro del 24 de junio de 1990 fue una de las hazañas más recordadas por los hinchas de la Albiceleste. La forma en que habían llegado los equipos al compromiso era una muestra de las realidades opuestas que habían vivido los protagonistas en la fase inicial del torneo. Argentina había clasificado como mejor tercero luego de perder con Camerún, derrotar a la Unión Soviética y empatar con Rumania. Brasil, en cambio, había demostrado su jerarquía al consolidarse como líder de su zona con puntaje ideal tras vencer a Suecia, Costa Rica y Escocia.
A pesar de contar con figuras de la talla de Careca, Muller, Valdo, Alemao y Dunga, el conjunto dirigido por Sebastiao Lazaroni nunca pudo quebrar la resistencia de su rival. El sacrificio de la línea defensiva compuesta por Monzón, Ruggeri y Simón, junto con el despliegue de Olarticoechea, Basualdo y Giusti contribuyeron al heroico Goycochea que voló de palo a palo para evitar el tanto brasileño.
El partido fue inexplicable. Tiros en el travesaño, salvadas sobre la línea, otros remates a los postes y más atajadas del arquero hicieron que el duelo se dispute en territorio argentino. Sin embargo, cuando faltaban 9 minutos para el final la leyenda de Diego Maradona logró sacarse a tres hombres de encima para habilitar a Claudio Caniggia, quien voló hacia el arco de Taffarel y selló el 1 a 0 definitivo.
En las últimas horas el Pájaro recordó la hazaña en su cuenta oficial de Instagram y el Diez volvió a repetirle el mismo reclamo que le hizo hace 30 años: “No podés festejarlo así hdp… ¡Yo todavía lo estaría gritando!”, le comentó el ex capitán.
En reiteradas ocasiones Maradona destacó la pasividad que demostró Caniggia luego de la conquista. Sin embargo, sus reproches siempre se establecieron bajo un manto humorístico.
Los métodos de Bilardo, el bidón a Branco y la suerte albiceleste fueron otros factores que también incidieron para que la Argentina continúe con su camino rumbo a la final. 24 años después, en la Copa del Mundo que organizó Brasil, la escena se revivió con una canción que se transformó en un himno.
Te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar…
Que el Diego los gambeteó, que el Cani los vacunó, que están llorando desde Italia hasta hoy…
