El rey Juan Carlos en apuros: su ex amante fue imputada por los audios secretos con un ex comisario

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Entre el rey Juan Carlos I y su amante Corinne Larsen, no todo fue amor, hubo dinero y negocios ilegales.

El juez Manuel García Castellón reabrió el caso donde se investigan los audios del empresario y ex comisario Juan Manuel Villarejo -acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales- con la alemana Corinna Larsen. En esos audios, la ex “amiga entrañable del rey” -como la llama la prensa española- y el hoy detenido empresario conversaron sobre los presuntos negocios oscuros del monarca español.

El magistrado fundamenta su decisión en los nuevas transcripciones de audios aportados por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional que permiten esclarecer si Larsen le encargó al ex comisario que investigara a una persona de nacionalidad española -ex empleada suya- quien podría estar filtrando datos de su vida privada.

Villarejo habría realizado “trabajos” para la empresaria alemana. Así lo explica el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional: “Villarejo le ofrece a Corinna sus servicios de forma insistente, tanto para ella como para sus contactos, consciente de la capacidad de influencia de ésta, y le comenta la posibilidad de localizar bienes de cualquier persona en cualquier parte del mundo”.

El magistrado considera que si el trabajo llegó a realizarse y hubo un pago por el mismo, el mismo podría constituir delitos de cohecho activo y pasivo.

El caso había sido archivado de manera provisional por el juez Diego de Egea, que había llevado la causa hasta 2018, sin haber practicado las diligencias judiciales y con el informe favorable de la Anticorrupción.

Las cintas se consiguieron en noviembre de 2017 durante un allanamiento a las propiedades del ex policía. En las cintas, que Villarejo grabó en secreto durante sus encuentros con Larsen, se escuchan diálogos donde se hace referencia a su relación con el rey Juan Carlos de Borbón.

Allí, Corinna habló con soltura sobre el pago de comisiones -en referencia a la construcción del tren de alta velocidad La Meca-Nedina -, un terreno en Marruecos y sobre las cuentas en bancos suizos bajo nombres de testaferros de las que sería el rey el verdadero titular de las mismas.

La ex amante del monarca fue citada al banquillo el próximo el 8 de septiembre. Allí deberá aclarar en qué contexto se realizaron esas conversaciones y se el encargo de investigar a una persona de nacionalidad española finalmente se concretó.

“Pudiera haberse producido algún tipo de encomienda por parte de Corinna Larsen a José Manuel Villarejo, para que, a través de las sociedades que integraban el llamado Grupo Cenyt, procediera a la obtención ilícita de determinada información”, según confirman a Efe fuentes jurídicas.

Corinna Larsen, tenía cuarenta años cuando comenzó la relación clandestina con el monarca. Además de residir en Mónaco, era la ex mujer del príncipe alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein. Ella, ya divorciada, continuó usando el apellido de su ex marido, así como el título de princesa y el tratamiento de Su Alteza Serenísima. Corinna fue quien organizó la malograda expedición de caza a Botsuana para el rey en 2011 y, desde antes, fue la tercera en discordia entre Juan Carlos y doña Sofía.

Cuando este affaire salió a la luz, la imagen de la Corona española se vio golpeada y el monarca anticipó su salida del trono en 2014, dejando el lugar a su hijo, el actual rey, Felipe IV.

Entre Juan Carlos y Corinne no todo fueron apasionados encuentros secretos. También había negocios millonarios de por medio y son esos por los que ahora el rey podría tener que sentarse a dar explicaciones en el banquillo de los acusados. Por lo pronto, la justicia de Suiza -a través de un fiscal de Ginebra, Yves Bertossa- investiga también a la ahora ex pareja del monarca, ya que ambos podrían haber sido beneficiarios de comisiones irregulares recibidas por la monarquía de Arabia Saudita, valuadas en más de 100 millones de dólares.

Una suma de dinero que se habría querido blanquear a través del sistema financiero helvético, por medio de un gestor y un abogado -que en realidad, podrían ser testaferros del rey- y que estaría dejando al desnudo la existencia de una estructura “off-shore”, detrás de la cual estaría el monarca.

Ahora, Corinna intenta despegarse del caso y denuncia la existencia de una campaña de 7 años en su contra para desprestigiarla a ella y a sus dos hijos.

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