4.664.000 dólares en efectivo. Un billete arriba de otro en varios «ladrillos» de USD 100 mil americanos. Ésa fue la friolera que encontraron los investigadores de la «ruta del dinero» en una de las cajas de seguridad que tiene Florencia Kirchner a su nombre en el Banco Galicia.
El abogado de la familia de la ex Presidente, Carlos Beraldi, fue testigo del procedimiento e informó en un comunicado de prensa que la cifra hallada coincide con las acreencias que había declarado tener la joven cineasta. El juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita deberán determinar ahora si hay alguna irregularidad en el origen del «físico».
Pero no sólo la cantidad del dinero es motivo de interrogantes. En las imágenes que se difundieron -objetadas por el letrado de la familia Kirchner- se pudo ver un termosellado especial en los fajos verdes, aparentemente proveniente de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
¿Es posible que un ahorrista particular acceda a estos ladrillos? ¿El termosellado de la FED representa alguna irregularidad? Las preguntas explotaron en las redes sociales eInfobae buscó la respuesta en especialistas del mercado financiero.
La explicación fue similar en todas las fuentes consultadas. Según registros oficiales, en la Argentina el conjunto de los ahorristas compra entre USD 800 y 1000 millones mensuales para atesoramiento. Para abastecer la demanda, los bancos suelen importar divisas dos veces por semana.
Esos billetes son enviados al país en «balas», descripción que se utiliza en la jerga financiera para definir los paquetes de USD 100 mil como los que tenía Florencia Kirchner. Y esos fajos pueden ser entregados directamente por los bancos a los grandes ahorristas que retiran dinero generalmente para operaciones inmobiliarias y otros movimientos importantes de dinero en efectivo.
La inscripción de la Reserva Federal de los Estados Unidos en el papel moneda es considerada una garantía del origen de los billetes y, además, una demostración que fueron recién imprimidos.
El sello de los billetes puede ser novedoso para un trabajador que no está acostumbrado a ver tantos dólares, pero no representa una irregularidad para los hombres de los bancos. O sí: ahora Florencia Kirchner tiene 4.664.000 motivos para dar explicaciones.
