En tiempos en los que el Poder Ejecutivo se niega a publicar cifras oficiales sobre la pobreza, la Iglesia Católica pidió que la dirigencia política se «siente a la mesa a hablar en serio» sobre la problemática.
Lo hizo a través del presidente de Cáritas Argentina, monseñor Oscar Ojea. En su opinión, negar la magnitud de la población vulnerable que hay en el país, principalmente en el Gran Buenos Aires, «es taparse los ojos para no ver».
«Cualquier argentino avizora que estamos en un abismo en este problema», alertó el obispo de San Isidro. «No digamos que somos ya Colombia, pero estamos en un camino muy difícil», completó.
Ojeda planteó que si bien «sería bueno y útil» que la Casa Rosada exhiba estadísticas sobre la cantidad de pobres, afirmó que ello no sería suficiente para abordar la cuestión social.
«Esto solo no agotaría la gravedad de la situación. Sería deseable poder conversar reconociendo más nuestras posturas, nuestras diferencias y también nuestros caminos de salida», sostuvo al convocar a las dirigencias política, sociales y económicas del país con distintos niveles de responsabilidad.
De esta forma, Ojea le bajó el tono a la discusión sobre los indicadores del Indec, que desde diciembre de 2013 no se divulgan, e insistió con el surgimiento de «nuevas pobrezas que están a la vista de todos» y que tampoco suelen aparecer en los datos estadísticos.
«Cuando hablamos del narcotráfico, de la demanda juvenil de droga, del tema de los jóvenes en riesgo, estamos hablando de una realidad compleja que abarca desde carencia de afectos familiar, problemas de vivienda y hacinamiento familiar, desde problema de educación y abandono escolar, desde la exclusión o el descarte, como diría el Papa Francisco», enumeró.
El presidente de Cáritas consideró que hay que ir más allá de los cruces partidarios e interesados del tiempo electoral para abordar los problemas sociales. «Los va a tener que enfrentar todo gobierno, cualquiera que sea elegido», indicó el sábado en declaraciones en FM Blue.
