Este domingo 25, a partir de las 20.30 horas, se presentará la obra teatral «El último tren» escrita y dirigida por Ángel Emilio Garay. El encuentro cultural tendrá lugar en la Casa del Bicentenario ubicada en Besares y Garay.
La pieza teatral fue escrita hace unos cuantos años, más precisamente cuando el Atelier se instaló en el predio de la estación ferroviaria en el momento en que empezaba el proceso privatizador que levantó los ramales ferroviarios ailando y haciendo desaparecer a muchos pueblos del interior del país.
La obra fue declarada de Interés Municipal y premiada por el Concejo Delioberante bandeño porque hablar del ferrocarril implica necesariamente hablar de la historia de La Banda y esta obra puede ser interpretada como si el espectador tuviera un libro en la mano.
Los encargados de dar vida a los personajes es el elenco bandeño de la «Sociedad de los Actores Sueltos» perteneciente al Atelier Cultural. Este está integrado por Pablo Herrera, Valeria Salvatierra, Leonardo Vizgarra, Andrea Navarro, Lilian Bolañez, Luciana Yañez, Iván Figueroa, Sarita Páez, Emanuel Comán y Luciano Ailán. La parte técnica estará a cargo de Lucas Silvetti, y la dirección y puesta en escena será de Lito Garay.
Síntesis argumental
El argumento de la obra está organizado como un sistema de fantasmas. Inicia cuando dos integrantes del Atelier llegan a la Estación para conocer las instalaciones que les cedieron para desarrollar sus actividades. De pronto van a empezar a aparecer los espíritus de varios personajes que tuvieron mucho que ver con el proceso de de formación y desarrollo de la ciudad de La Banda. De esa manera se va introduciendo al espectador en una especie de realismo mágico.
Los primeros en aparecer son Fortunato, quien fuera en vida el primer inspector de vías y obras del ferrocarril, y Nepomucena Rodríguez, dueña en el pasado de la Estancia San Carlos de la que se tomaron algunas fracciones para levantar la ciudad.
De pronto se ubican en 1889, con la llegada del primer tren y de los inmigrantes que fundaron las primeras instituciones y comercios bandeños.
El progreso y el tiempo del esplendor, la nostálgica evocación de Blanca Irurzum de un romanticismo perdido, las escenas pintorescas dentro de un vagón de pasajeros y la dramática situación del campesinado santiagueño ante la noticia de la desaparición del ferrocarril y su desesperación por impedir la partida del último tren.
Pero la suerte está hechada, y los espíritus que aparecieron por un momento vuelven a marcharse luego de haber contado la historia de la ciudad.