El Papa Francisco saluda a los fieles reunidos en la audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el 26 de junio de 2024. REUTERS/Yara Nardi
El Vaticano denunció este domingo el intento de asesinato de Donald Trump durante un mitin y expresó su “preocupación” por un atentado que “hiere a las personas y a la democracia”.
”La Santa Sede expresa su preocupación tras el episodio de violencia de anoche que hiere a las personas y a la democracia, causando sufrimiento y muerte”, dijo un comunicado del Vaticano.
El documento continúa diciendo que la Santa Sede está “unida en la oración de los obispos estadounidenses por Estados Unidos, por las víctimas y por la paz en el país, para que los motivos de los violentos nunca prevalezcan”.
En una declaración emitida a raíz del ataque, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el arzobispo Timothy Broglio, dijo, “Junto con mis hermanos obispos, condenamos la violencia política y ofrecemos nuestras oraciones por el presidente Trump y aquellos que murieron o resultaron heridos. También rezamos por nuestro país y por el fin de la violencia política, que nunca es una solución a los desacuerdos políticos”.
El Papa Francisco le da la mano al presidente estadounidense Donald Trump durante una audiencia privada en el Vaticano, el 24 de mayo de 2017. Osservatore Romano/Handout vía REUTERS
El arzobispo Broglio invitó “a todas las personas de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración por la paz en nuestro país”, e invocó las oraciones de María, Madre de Dios y Patrona de las Américas.
Por su parte, el obispo de Pittsburgh, David Zubik, cuya diócesis incluye la ciudad de Butler, expresó su profunda conmoción por la noticia del tiroteo, que ocurrió “justo al otro lado de la calle de una de nuestras iglesias”.
Invitó a orar “por la salud y la seguridad de todos, por la sanación y la paz, y por el fin de este clima de violencia en nuestro mundo”.
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El Papa Francisco le da la mano al presidente estadounidense Donald Trump durante una audiencia privada en el Vaticano, el 24 de mayo de 2017. Osservatore Romano/Handout vía REUTERS
