Miles de niños venezolanos asisten al colegio en la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta. Sin embargo, en las últimas dos semanas no han podido asistir a clases por el bloqueo que mantiene la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), por orden del dictador Nicolás Maduro, en la línea fronteriza entre ambos países.
Esta semana se han multiplicado las imágenes en las redes sociales de los menores de edad reprochando la actitud de los uniformados, cuando lo único que exigían era que se les permita ir a estudiar.
El que se pronunció sobre esta situación este miércoles fue el presidente interino Juan Guaidó. «Rechazamos el bloqueo que están sufriendo nuestros niños que intentan ir a clases en Cúcuta. Todos nuestros niños tienen derecho a la educación», manifestó, en su cuenta de Twitter.
Guaidó acompañó su mensaje con video compartido por la misma plataforma por el diputado opositor por el estado de Táchira, Sergio Vergara.
En las imágenes, correspondientes a este miércoles, se puede observar a los estudiantes de Ureña intentando ingresar a Cúcuta bajo la consigna «queremos estudiar». Pero, una vez más, se encontraron con la resistencia de los militares de la GNB.
«La GNB impide su derecho al estudio negando acceso de manera violenta al puente internacional Francisco de Paul Santander», denunció Vergara.
Por su parte, el diputado Franklin Duarte denunció a la agencia AFP que los militares venezolanos «lanzaron perdigones y gases lacrimógenos al aire».
Indicó, además, que son cinco mil los menores de edad que se trasladan a Cúcuta para estudiar. El parlamentario opositor explicó que ese número ha ido en ascenso debido a la deserción masiva de profesores ante la grave crisis del país.
Según el diputado, para poder ir a clases algunos alumnos deben transitar por trochas, donde grupos armados partidarios de Maduro les cobran cerca de dos dólares, casi la tercera parte del sueldo mínimo venezolano.
«Se adueñaron de las trochas y ahora cobran vacuna (extorsión), es difícil pagar todos los días», comentó el político.
La frontera con Colombia está cerrada desde el pasado 22 de febrero por orden de Maduro, quien impidió el ingreso de toneladas de alimentos y medicinas donadas por Estados Unidos y varios países de la comunidad internacional para el pueblo venezolano.
Los mismo perdigones y gases lacrimógenos que, según denuncian la oposición, se utilizaron para descomprimir la concentración de estudiantes esta semana, también fueron empleados el pasado 23 de febrero para reprimir a los voluntarios que intentaron ingresar la ayuda humanitaria. Las fuerzas de seguridad también quemaron dos camiones con asistencia.
Fuente: Infobae