Septiembre abre el calendario electoral en cuatro ciudades de Mendoza. En la tierra del sol, el peronismo busca consolidar su poder en San Martín, San Rafael, Lavalle y Tunuyán, y profundizar el clima triunfal tras las primarias del 11 de agosto.
El Frente de Todos estima una victoria casi segura este domingo que abone al objetivo mayor. En Mendoza, lo más importante será lo que ocurra el 29 de septiembre, cuando el saliente gobernador Alfredo Cornejo (UCR) ponga en juego una de las cuatro provincias que están en manos de «Juntos por el Cambio».
Los cuatro municipios representan juntos más de 300 mil votos, una cuarta parte del padrón local. Tienen un peso propio y competirán por su última reelección, luego que el gobernador Alfredo Cornejo promulgara una reforma constitucional que impide esa reválida política.
En la turística San Rafael, la más importante de las comunas en juego, el intendente Emir Félix obtuvo el 53% de los votos en las PASO del pasado 28 de abril. Intentará su tercer mandato contra el candidato radical Abel Freidemberg y el demócrata Mario Castillo.
En Lavalle, el intendente Roberto Righi obtuvo casi el 57% de los votos y apunta a un cuarto período contra el candidato del frente Cambia Mendoza, el senador Jorge López.
En San Martín, el jefe comunal Jorge Giménez quedó en carrera para un quinto mandato y disputará el cargo ante el médico Raúl Rufeil, de Cambia Mendoza, el demócrata Armando Magistretti y María Emilce Chacón, del FIT. Para el PJ, es la única elección local con cierto temor y donde los aliados de Mauricio Macri tienen una remota chance de ganar.
En cambio, en Tunuyán, Mario Aveiro obtuvo cerca del 70% de los votos e irá a las urnas frente al candidato radical, Gastón Barcenilla.
Emir Félix, Roberto Righi, Jorge Giménez y Mario Aveiro, los intendentes que buscarán renovar su mandato este domingo.
En todos los casos, los jefes comunales responden a la estructura más tradicional del PJ provincial.
Los intendentes están referenciados en el sector que fue derrotado en las PASO mendocinas del 9 de junio y que respaldaba la precandidatura a gobernador del intendente de Maipú, Alejandro Bermejo. Al final, en esa pulseada dio el batacazo la senadora de La Cámpora, Anabel Fernández Sagasti.
A esta altura del partido, las competencias internas quedaron en un pasado lejano en el Frente de Todos. El peronismo de Mendoza sueña con obtener un triunfo de la tríada «Fernández, Fernández, Fernández» en todas las categorías.
El Frente de Todos se envalentonó con los resultados del 11 de agosto. Las expectativas quedaron altas luego de que Alberto Fernández sacara 440.000 votos (40%) contra los 406.000 de Mauricio Macri (37,33%). El propio Cornejo, que encabeza la lista de «Cambia Mendoza» para la Cámara baja, perdió por unos 9.000 votos.
«Nadie se esperaba ganar en Mendoza. Menos en la categoría de diputados, donde Cornejo tiene 60 puntos de imagen positiva. Es evidente que la gente la está pasando muy mal», dijo a Infobae uno de los operadores del peronismo local.
Alberto Fernández junto a la candidata a gobernadora Anabel Fernández Sagasti.
La floja elección que hizo Alfredo Cornejo alienta la creencia de que el Frente de Todos pueda traspasar sus votos a Fernández Sagasti. Fue un golpazo que el gobernador radical haya perdido frente a la abogada laboralista Marisa Uceda, una referente con poco conocimiento y vuelo político.
Por estos días, Cornejo quiere evitar quedar pegado al derrotero de la gestión de Mauricio Macri. Al igual que otros referentes territoriales «con vida electoral», diseña su propia estrategia y espera salvarse ante la casi derrota en octubre de Juntos por el Cambio.
Para ese objetivo, confía en la dinámica política local y en los números de las primarias a gobernador de junio. En esos comicios, las listas de «Cambia Mendoza» superaron los 43 puntos, mientras que la suma del peronismo quedó con poco más de 35. El candidato de Cornejo, Rodolfo Sanchez, intentará retener ese caudal de votos ante la ausencia de la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que emergió imbatible en la mayoría de los cuartos oscuros del país.