“Él tiene muchas coincidencias con [Javier] Milei y yo no sé a dónde llegan las encuestas, sinceramente”, agregó, tomando distancia de una eventual alianza con el autodenominado libertario.
Sobre Milei, dijo que “es un emergente del cansancio, la bronca, y de la ausencia de formación de las generaciones jóvenes; es el mayor fracaso de la educación kirchnerista ideologizada”.
“Esa figura no puede ser Milei, por su inestabilidad. Él está tan indefenso como otros. Se nota que en su carácter es tan inestable como lo son quienes lo siguen”, amplió.
Por otra parte, la líder de la Coalición Cívica aseguró que «hoy a la Nación no la conduce [Alberto] Fernández, tampoco la conduce Cristina [Fernández de Kirchner]. No la conduce nadie”.
Por otro lado, Carrió se refirió al conflicto entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. “El Presidente es el que tenemos, no hay más; y la vicepresidenta es golpista”, lanzó. “En un sistema presidencial, el vicepresidente acompaña, o se calla. Y preside el Senado. Lo que no puede [hacer] es impugnar permanentemente la institución presidencial”, fundamentó.
Carrió opinó que, a su modo, Julio Cobos “fue golpista” respecto Cristina Kirchner en 2008, y también Carlos “Chacho” Álvarez respecto de Fernando de la Rúa en 2000 cuando renunció a la vicepresidencia.
“Tenemos un pésimo Presidente pero la República exige que sostengamos la autoridad presidencial”, añadió.
A su vez, consideró que Cristina Kirchner se va a apoyar en el ala izquierda del Gobierno, y con su habitual sarcasmo, sentenció: “Va a terminar siendo más trotskista que los mismos trotskistas”.
Por otra parte, Carrió rechazó el proyecto de ley que analiza la Casa Rosada para gravar lo que llama la “renta inesperada” de las empresas más importantes del país con ganancias superiores a los 1000 millones de pesos. “Esto va a parar todo tipo de inversión”, alertó.
Carrió señaló que le provocó “una gran decepción” que varios sectores de Juntos por el Cambio, como el liderado por el radical Ricardo López Murphy, votaran en contra de la reestructuración de la deuda externa que se había acordado con el Fondo Monetario Internacional.
«Hubiera sido extremadamente dañino para el país no aprobar ese entendimiento; era un dólar a $400, era adelantar un desastre. Estaríamos en el peor de los mundos”, criticó.
Finalmente, reiteró sus embates contra el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
“Gerardo Morales me dijo que no va a estar con Massa, pero sí es por Massa, les tengo que pedir juramento a todos de que no van a estar con él. La única que no es amiga de Massa soy yo”, planteó.
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