La actriz Emilia Claudeville aseguró que sufrió “acoso y violencia” por parte de Roberto Pettinatocuando trabajaba como panelista de Duro de domar. Este relato se emparenta con el de Karina Mazzocco, quien también dio detalles de su dura experiencia en Todos al diván.
En una extensa entrevista en el programa Segurola y Habana, de FutuRock FM, Claudeville dio detalles del comportamiento que tenía el conductor, y que la llevó, incluso, a pedir las llaves de su camarín para protegerse mientras se cambiaba.
Al principio me preguntaba ‘¿porque me odia tanto’?. Al fin de unas semanas me di cuenta que era porque era mujer, que no era algo personal. Con todas las mujeres el maltrato era igual”, aseguró sobre el patrón de conductora.
“Luego la cosa se puso bastante más pesada. Estuve todo un año encerrándome con llave en mi camarín, que estaba en frente al de él. Yo me terminaba de producir ahí y empecé a cerrarme con llave. Después ya llegaba lista para evitar situaciones incomodas para mí”, continuó.
Para ser clara, la actriz lo puso en palabras directas: “yo sufrí acoso por parte de Roberto Pettinato y violencia por parte de violencia por parte de Roberto Pettinato. Se naturalizó tanto esa especie de personaje de él que dije ‘ok, esto es mucho más grave, porque esa manera grotesca que tiene de hacerlo construye una burbuja que lo hace parecer poco serio’. Él lo hacía a modo de chiste, me tocaba, me chupaba el cuello, me hacía mierda la dignidad. Me humillaba. Él no la ocultaba, y era mucho más peligroso”.
Además dijo que hasta llegó a “perseguirla” con “amenazas”. “Antes de arrancar el programa se apoyaba cinco segundos en el escritorio en frente mío. Apoyaba sus dos manos y decía ‘yo no voy a parar hasta hacerte llorar en vivo’”, afirmó.
Luego, ante la pregunta de qué era lo que lo enojaba, ella contestó: “le enojó que yo le dije ‘señor usted a mí me da asco’, tratándolo de usted para marcar la diferencia de edad. La cosa se puso peor, se convirtió en algo muy personal”.
Claudeville contó que se quejó varias veces frente a la producción y con él, y que pensó en renunciar. Su decisión fue quedarse para “dar batalla” desde ahí. El precio que pagó no fue menor. “Me iba del canal todos los días llorando, y la batalla la ganó él porque me hizo mierda, terminé el programa con 26 años hecha mierda”, confesó.
“La verdadera razón por lo que no acepto un trabajo en televisión hace dos años es porque viví una pesadilla. No solo por él sino por la respuesta que recibía ante mis denuncias”, agregó.
