Empezó el juicio oral y público contra los ocho jóvenes neonazis de entre 19 y 30 años acusados de integrar una banda que llevó adelante ataques y amenazas contra personas trans, militantes sociales y por la igualdad de género y políticos.
En la primera audiencia de este proceso en un juzgado marplatense, todos los imputados, integrantes de esta agrupación, autodenominada «Bandera negra», se negaron a declarar. Los ocho están imputados por 12 hechos de amenazas, dañosy lesiones que ocurrieron entre 2013 y 2016. Además, los acusan de formar parte de una organización «destinada a imponer sus ideas por la fuerza«.
El proceso judicial, que continuará hasta abril, empezó poco antes de las 10 en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Federal marplatense, que está integrado por Roberto Falcone, Mario Portela y Bernardo Bibel.
Los acusados son Alan Emmanuel Olea (19), Gonzalo Salomón Paniagua (26), Nicolás Caputo (30), Marcos Daniel Caputo (19), Giordano Spagnolo (23), Giuliano Spagnolo (21), Oleksandr Lechenko (23) y Franco Martín Pozas (28).
Todos ellos llegaron en libertad al proceso y en esta primera jornada del juicio se negaron a declarar luego de que el fiscal Juan Manuel Pettigiani leyera las acusaciones del requerimiento de elevación a juicio. A partir de mañana empezarán a declarar los testigos ante el tribunal. «En el ámbito del juicio oral vamos a poder ventilar si estábamos o no frente a una organización. El debate va a girar en torno a eso», explicó Pettigiani minutos antes del inicio del debate.
El caso llegó a esta instancia luego de que el tribunal federal rechazara en agosto del año pasado un acuerdo de juicio abreviado promovido por el fiscal, quien consideraba que las pruebas reunidas «no permitían probar que se tratara de una organización«. Por su parte, César Sivo, representante de una de las querellas, consideró que «este juicio es clave para poner un freno a estas bandas, que son el huevo de la serpiente, porque uno no sabe de qué son capaces».
En la causa también interviene como querellante la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), representada por Alejandro Broitman Carbone, Joel Broitman y Ariel Martín Bohmer. Por su parte, Cristian Moix, defensor de dos de los imputados, dijo a la agencia Télam que «esta causa, mal llamada ‘causa neonazis’, fue esencialmente armada por los pseudo organismos de derechos humanos alineados con el kirchnerismo».
Durante la investigación del caso, los fiscales de instrucción Nicolás Czizik y Laura Mazzaferri señalaron que los imputados integraban una «agrupación que pretende imponer por la fuerza sus ideas, motivadas en la superioridad de raza» y hacer propaganda de esas teorías «con el objeto de justificar la discriminación racial o religiosa«.
Entre los hechos imputados figuran amenazas sufridas por el presidente de la Asociación Marplatense de Derechos a la Igualdad, ataques a un bar gay, una paliza sufrida por un joven militante de la agrupación «Acción Antifascista» y otra de la que fue víctima un muchacho que estuvo dos días inconsciente en diciembre de 2015.
Esta patota está acusada además de atacar a golpes a una joven trans, realizar pintadas con la cruz esvástica en la sede de la ONG Estrategia Social del Sur y en un comercio céntrico perteneciente a un ex funcionario municipal y de violentar un local del Frente para la Victoria.
Fuente: Infobae