Con más compradores que unidades disponibles, esa tendencia se acentúa, más en una economía con alta inflación. Todos los meses, las automotrices aplican aumentos considerables. En marzo, por ejemplo, el piso de los incrementos se ubicó en 5%. En países vecinos ese puede ser el ajuste que reciban en todo un año. El factor de un tipo de cambio oficial calmo hace que los valores en dólares de los 0 km crezcan. De esta manera, el mismo modelo de autos puede costar 40% más que en la región, salvo Uruguay, que tradicionalmente están al tope del ranking.
Toda esta explicación sirve para entender otra curiosidad del mercado de hoy. Con esa diferencia tan grande en el valor de los 0 km, en relación con países vecinos, y la combinación de una fuerte demanda con desabastecimiento, provoca que hoy los argentinos paguen por un auto usado más de lo que cuesta el mismo modelo nuevo en países como Brasil o Chile. Esto se debe a que no sólo los 0 km han subido de precio, sino que los de segunda mano acompañaron esa “inflación automotriz”. Ante la falta de vehículos a estrenar, el consumo se vuelca a usados “jóvenes”, como se conocen los modelos de hasta 3 o 4 años de antigüedad.
La mayoría de los ejemplos que se busquen de autos que se comercialicen en los tres países arrojan el mismo resultado. Si se toma el caso de un Renault Duster Expression 4×2, queda evidenciada esta realidad. En la Argentina vale $1.878.400 de precio de lista, un 40% más que en Brasil donde, la versión de entrada de gama cuesta el equivalente a $1.334.000. En tanto, en Chile, su valor es de 1.352.000 pesos argentinos.
Un informe regional de Mercado Libre, que analizó la evolución de los precios de los vehículos en Argentina, Brasil, México, Colombia y Uruguay, reveló que, en el último año, los precios de los vehículos usados en el mercado local registraron un aumento promedio del 90%, superando la inflación anual, que fue de un 36,1%, según datos oficiales.
Horacio Alonso/Ámbito