Francia salió mejor y generó al menos cinco situaciones de riesgo durante el primer tiempo. Sin embargo, la más clara fue para Australia a los 16 minutos de juego, cuando el arquero y capitán francés Hugo Lloris se convirtió en héroe con una tapada impresionante para salvar a su equipo.
Cerca del comienzo del segundo tiempo, las acciones cambiaron repentinamente. Es que el árbitro Cunha, a los 10 minutos, paró por primera vez en la historia de los mundiales un partido para recurrir al VAR. Ayudado por la tecnología sancionó la pena máxima en favor de Francia, por una falta de Joshua Risdon sobre Antoine Griezmann. El delantero galo se hizo cargo del penal y con un potente remate ligeramente volcado hacia la derecha abrió el marcador.
Sin embargo, apenas cuatro minutos más tarde llegó el empate de Australia. Samuel Umtiti la tocó con la mano en su área luego de un centro y Mile Jedinak estableció la igualdad 1-1, también de penal.
Parecía que el reparto de puntos se adueñaba de la jornada, hasta que a los 34 minutos llegó el 2-1 definitivo. Paul Pogba la punteó desde la puerta del área ante un mal ubicado Mathew Ryan, la pelota pegó en el travesaño y luego picó adentro del arco. Hubo un instante de incertidumbre, dado que luego del pique la agarró el arquero, pero el árbitro convalidó el gol.
El Tribuno