Los supermercados siguen extendiendo su crisis y ya llevan ocho meses consecutivos con números en rojo. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), las ventas de las empresas de ese rubro se desplomaron un 7,3% en junio, en relación a igual mes del año pasado y cerraron el primer semestre con un resultado de facturación del -11,6% en términos reales.
Según los especialistas, la retracción se asocia a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Si bien los sueldos le ganaron a la inflación en el transcurso de los primeros seis meses del 2024, aún están muy lejos de recuperar el poder de compra que tenían a finales del año pasado, antes de la devaluación implementada por el gobierno de Javier Milei. Es que la suba del dólar disparó los precios en el mercado interno y miles de productos se alejaron del bolsillo de los consumidores.
Tal es así, que los malos resultados se extendieron a prácticamente todos los rubros. Sólo cuatro categorías de productos lograron crecer lo suficiente en facturación como para contrarrestar el efecto negativo de la inflación, que fue del 271,5% entre junio de 2023 e igual mes de este año. Se trata de los productos de panadería (292,7%), los lácteos (283,9%), los productos de verdulería y frutería (275,2%) y los artículos de limpieza y perfumería (301,2%).
El resto de las categorías tuvieron aumentos nominales por debajo del avance del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Entre ellas se destacó el mal resultado de los electrónicos (173,4%) y el de las carnes (252,7%).
Según el Indec, las ventas de los autoservicios mayoristas cayeron 14,5% en junio, en comparación con el mismo mes del año pasado. De esta manera, la facturación de los negocios de esa categoría cerró el primer semestre con una baja del 12,6%.
Al igual que ocurrió en los supermercados, prácticamente ningún rubro cerró el mes con balance positivo. Los lácteos, por ejemplo, le dejaron a los mayoristas de todo el país una facturación de 14.189 millones de pesos, lo que significó un incremento nominal del 208,2% en relación al año pasado. Aunque parece un dato positivo, lo cierto es que hubo una caída en términos reales, dado que en ese período la inflación fue del 271,5%.
Tampoco superaron la barrera de la inflación los rubros de bebidas (221,3%), almacén (230,2%), verdulería y frutería (254,5%), artículos de limpieza y perfumería (254,4%) e indumentaria, calzado y textiles para el hogar (263%).
Sí presentaron una mejora en términos reales las carnes (la facturación creció 291,1% en términos nominales), los electrónicos (297%) y los productos de panadería (314,9%). No obstante, entre los tres rubros representan apenas el 6,1% de las ventas totales de los autoservicios mayoristas.
Los malos resultados registrados por los supermercados y los mayoristas no tuvieron nada que ver con lo que ocurrió en los centros de compras. El último estudio publicado por el Indec señala que las ventas de los shoppings crecieron un 0,7% interanual en el mes de junio, en términos reales. Aunque no se trata de un incremento sustancial, sí se despega de la fuerte retracción registrada en el consumo de productos de primera necesidad.
Además, en ese caso la mayoría de los rubros que conforman la categoría crecieron por encima de la inflación. El de mayor mejora fue el de diversión y esparcimiento, con un repunte nominal interanual de la facturación del 356,1% También mejoraron las ventas de la categoría de ropa y accesorios deportivos (289%), el segundo ítem en importancia en las ventas totales de los centros comerciales, detrás de indumentaria, calzado y marroquinería.
Fuente: infobae