«En Argentina pasamos del tiempo de la confrontación al de la colaboración», dijo ante un auditorio que encontraba en sus palabras un reflejo invertido del conflicto que vive España.
«Hemos pasado en Argentina de los tiempos recientes, en los que el que no estaba con el gobierno era un enemigo a destruir, al de una colaboración», dijo Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, en el desayuno informativo celebrado en el lujoso Salón de Embajadores de la Casa de América.
Unas 60 personas, entre políticos, empresarios y periodistas, prestaron singular atención a esas palabras porqueencontraron un reflejo del conflicto que ha vivido España en los últimos diez meses, por la incapacidad de poder formar un gobierno porque los partidos han venido prefiriendo la confrontación, el NO al adversario. El socialista Pedro Sánchez no había podido tener la mayoría necesaria para ser elegido jefe del gobierno por el NO del liberal Partido Popular y la izquierda radical de Podemos. Luego el liberal Mariano Rajoy no lograba la mayoría necesaria para poder ser reelegido por el NO de los socialistas. La situación está próxima a ser superada: muy probablemente dentro de una semana el candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy, iniciará su segundo período presidencial gracias a la abstención de los socialistas y del joven partido centrista Ciudadanos, que le permitirá gobernar en minoría.
Cuando el presidente Mauricio Macri fue elegido, «nos encontramos con 15 senadores del gobierno frente a 43 de los diversos sectores peronistas y se inició un nuevo modo de hacer política empezamos a caminar juntos, abandonando la política de enfrentamiento de la última década para construir juntos», dijo Pinedo, para «reconstruir juntos las instituciones con la generalidad de los adversarios. Gracias a ello en poco tiempo ha sido posible sancionar medio centenar de leyes».
Los empresarios y periodistas que lo escuchaban imaginaron ver en un espejo lo que España deberá vivir en breve. Una imagen invertida. Rajoy cuenta con una mayoría absoluta en el Senado, pero España tiene un sistema parlamentarista –no presidencialista– en el que el verdadero poder está en el congreso de diputados. Y tendrá que gobernar en minoría, con solo 136 diputados de los 350 de la cámara.
De ahí la lección argentina -porque los argentinos, a pesar de nuestro eterno pesimismo hemos dado a lo largo de la historia ejemplos, luego seguidos por europeos- que habrá que aplicar para que España pase de la confrontación, en que ha vivido en los últimos diez meses, a la colaboración. Rajoy no es un líder, nunca lo fue, es un político gris, pero con treinta años de experiencia, que tendrá que olvidar los tiempos en que ha gobernado en mayoría absoluta, para iniciar otro período en el que habrá de hacerlo en minoría y negociando cada ley. Recuérdese que el sistema institucional español es una monarquía parlamentaria, con una Constitución que ha permitido crecer y avanzar al país en los últimos 39 años y mostrado su fortaleza, impidiendo que se derrumbara en estos diez meses de «gobierno en funciones». El bipartidismo, la derecha del PP y la izquierda del PSOE, ha terminado. Ahora hay que contar con 4 partidos nacionales y dos o tres regionales, vascos y catalanes.
Federico Pinedo mostró una imagen positiva y optimista del cambio gubernamental que es posible al pasar de la confrontación a la colaboración: «El año próximo tendremos una inflación del 15% y 120.000 puestos de trabajo nuevos. Al fin del primer mandato de Macri la inflación se habrá reducido al 5% con un crecimiento anual del 4$ del PIB». Pinedo también predijo «un segundo mandato de Macri».
Interrogado sobre la opinión que tiene de Rajoy dijo: «La relación de mi partido con el Popular y con Rajoy es vieja, de muchos años y muchos jóvenes han podido conocer las experiencias españolas gracias a la fundación del Partido Popular». Quizás Pinedo ignoraba que la fundación FAES, que preside José María Aznar, el think thank del partido, se ha desligado del Partido Popular hace dos o tres semanas.Aznar está distanciado de Rajoy desde hace meses. Se interpreta que en los nuevos y difíciles tiempos que se inician en España era conveniente marcar distancias y transformar la FAES en un centro de ideas independiente.
El presidente Macri visitará España antes de fin de año. Ha demorado esa visita, tras las realizadas a otros países europeos, a causa de que aquí solo había un «gobierno en funciones».
