En medio de la su escandalosa separación mediática de Wanda Nara, trascendió que Mauro Icardi pidió la tenencia de sus hijas Francesca e Isabella. Así lo contó el periodista Martín Candalaft en DDM (América) al leer pasajes del documento judicial que presentaron las representantes legales del futbolista del Galatasaray.
“Básicamente lo que dice Mauro Icardi acá es: ‘Yo no quiero que mis hijas estén con L-Gante’. Es más, le piden al juez que le prohiba el contacto al cantante con Isabella y Francesca. A la Justicia le piden que otorgue a favor del señor Mauro Icardi el cuidado personal provisional de sus hijas”, reveló Candalaft sobre esta presentación judicial, formulada por Elba Marcovecchio, Lara Piro y Guadalupe del Pilar Guerrero, abogadas de Icardi.
“Como es de público conocimiento, Nara se encuentra vivenciando una relación amorosa con el popular cantante Elián Angel Valenzuela, conocido popularmente con el pseudónimo de L-Gante. Y ese resultó ser el verdadero motivo de su decisión disruptiva matrimonial y de su determinación de llevarse a las niñas, cuando estas terminaron la cursada en Estambul, bajo una falsa excusa de vacacionar en la Argentina y con el único fin de sustraerlas y no volver a Turquía, lugar que operó como centro de vida de las niñas durante los últimos dos años. Y en los cuales el señor Icardi ejerció como padre y madre en el cuidado de sus hijas, porque su progenitora eligió su carrera profesional en la Argentina, aspirando a ser la ‘sucesora de Susana GIménez’, todo ello implicando en la relegación de sus hijas al cuidado de su padre en Turquía”, seguía con la presentación judicial.
“Al detectar el señor Icardi que la misma no retornaría a Turquía con sus hijas y viéndose absolutamente angustiado, lógicamente de manera natural e inconsciente al estar tan sensibilizando, ejerciendo su tarea habitual como jugador profesional de fútbol, se terminó lesionando con una contusión que resulta ser diametral en la carrera de un jugador profesional, como es la rotura de los ligamentos cruzados anteriores”, sigue la presentación, en donde el jugador responsabiliza a su exmujer de la reciente lesión que sufrió.
En otro tramo de la presentación, las abogadas de Icardi desmienten el supuesto hecho de violencia de género que el futbolista habría cometido sobre Wanda una vez que la mediática regresara de su comentado viaje al Brasil en compañía de L-Gante: “Al regresar de su viaje a Brasil con su actual novio, y al encontrarse con su marido, el señor Mauro Icardi, en la vivienda residencial transitoria que tenía el matrimonio en la Argentina, ubicada en el barrio porteño de Nuñez, y que el mismo Icardi había adquirido con su propio peculio cuatro meses atrás, la señora Wanda Nara ‘molesta’ por encontrar a su marido en su propio inmueble decidió llamar al 911, inventando una inexistente situación de violencia para excluir a Icardi de su propio departamento. Mientras el mismo tomaba mate (…) se apersonaron 15 policías para excluirlo de su residencia en la Argentina y lo lograron porque se trataba de un personaje público, como la señora Nara, pero mientras tanto en la misma jurisdicción se encontraban miles de mujeres que en verdad estaban siendo violentadas y no encontraron la misma asistencia de la Justicia ni de la policía”.
En el documento también se hace mención a que Wanda suele acompañar a L-Gante a sus giras de conciertos en boliches, dejando a Isabella y Francesca “al cuidado de empleadas domésticas que ni si quiera son de su conocimiento ni confianza”.
Por otro lado, se hizo referencia a una situación que habría ocurrido en el cumpleaños de Wanda celebrado en la residencia del country Santa Bárbara. “Las niñas Francesca e Isabella Icardi han tenido que presenciar en el cumpleaños de su madre situaciones bochornosas que han sido de público y notorio conocimiento. (…) Han vivenciado personalmente un festejo con ‘temáticas de adultos, donde se desplegaron piñatas que contenían objetos y adminículos sexuales como ser ‘consoladores, vibradores, geles íntimos, juegos sexuales, etcétera’, y escenas de hombres bañándose en la pileta en ropas íntimas. Imágenes de las cuales, las niñas debieron ser privadas por su sanidad mental”, se describió.