La ex presidenta Cristina Kirchner presentó su libro Sinceramente en el nuevo Fórum de Santiago del Estero, ante una multitud de asistentes. Pocas horas después de que Cambiemos confirmara la precandidatura del senador Miguel Ángel Pichetto como compañero de fórmula de Mauricio Macri, la senadora de Unidad Ciudadana evitó hablar sobre las elecciones de octubre y volvió a pedir un nuevo contrato social para superar «la catástrofe económica y social que viven los argentinos».
En el evento, la sendora de Unidad Ciudadana estuvo acompañada por el escritor Marcelo Figueras, escritor -entre otras obras- de Kamchatka.
Las declaraciones más destacadas
El libro me interpeló a mí misma. Le explicaba a los argentinos y las argentinas que las cosas no son casualidad, sino por las políticas que llevamos adelante.
Nosotros que recibimos un país super endeudado, con la gente sin trabajo, la industria destruida.
Una de las cosas más brutales que nos pasan es que siempre nos presentan las cosas como si no tuvieran nada que ver y las relacionamos mal.
Lo que iba a ser un libro de 200 páginas, terminó en 600. Me quedó material para seguir escribiendo.
Las mujeres están buscando cada vez más el lugar que se merecen en la sociedad.
Cuando una es presidenta, está siempre rodeada de gente. Siempre hay alguien que está observando lo que haces. No tenés soledad.
Yo ya fui presidenta. Ahora siento la necesidad de ayudar y colaborar para terminar esta catástrofe social y económica que viven los argentinos y las argentinas.
Yo siento y sé lo que está pasando.
La gente está muy mal y está angustiada porque le han puesto su vida patas para arriba.
Tenemos que trabajar fuertemente para reconstruir al país. Sería una mentirosa decir que esto se va solucionar mágicamente.
Néstor siempre fue más libre que yo. Si tuviera que definirlo diría que fue una persona completamente libre. Vivió como pensaba.
Yo no soy una militante feminista, esa es mi hija.
No me arrepiento de nada. Tal vez me hubiera gustado que me defiendaran más las dirigentes feministas. Porque había calificativos que eran por mi condición de mujer.
Que hoy las nenas quieran ser presidentas me lo atribuyo como un logro. Antes querían ser reinas o princesas.
No entiendo a estos capitalismos que quieren que la gente se muera de hambre.
Hemos podido comprobar en estos 3 años y medio de gestión, todo lo que nos criticaron teníamos razón.
Le pagamos a los fondos buitres y no vinieron las inversiones.
Tengo muchas esperanzas de que los argentinos podamos encontrar un camino.
Yo creo que el tema de la mentira y el odio se utiliza como un mecanismo para enfrentar.
Nos habían hecho creer que no le podíamos decir que no al FMI. El gran valor que tuvo
Néstor fue demostrar que podíamos tener un modelo de país desarrollado y con autonomía.
Ahora volvieron los del Fondo y los argentinos estamos cada vez peor. No quiero tirar pálidas, pero los dólares hay que devolverlos. Los dirigentes sindicales, empresarios y políticos van a tener que discutir cómo vamos a hacer.
Tenemos que hacer un nuevo contrato social. Para ponernos de acuerdo no solo en los grandes lineamientos sino en las normas de convivencia. Tenemos que aprender a vivir respetándonos.
Estamos a tiempo de mirar lo que nos pasó, de mirar lo que nos está pasando y a partir de allí poder construir una mirada común. Y llegar a acuerdos básicos.
