En un apasionante Superclásico Boca Juniors empató con River Plate

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En otra edición apasionante del Superclásico del fútbol argentino, Boca y River empataron 1-1 en la Bombonera. En un partido que tuvo escenarios cambiantes, grandes atajadas y un expulsado por lado, el Xeneize y el Millonario no se sacaron diferencias. El duelo fue el interzonal de la fecha 5 de la Copa de la Liga Profesional.

Los primeros minutos fueron un duelo táctico en el que los dos equipos buscaron asentar sus sistemas. Boca, con su línea de tres en el fondo, y River, con la de cuatro, apostaban a imponer su idea en el campo de juego, pero pronto fue el Millonario el que tomó las riendas del encuentro. Como de costumbre, el equipo de Marcelo Gallardo apostó a la presión en la salida del rival y a la circulación de pelota en ofensiva. Fabrizio Angileri pasaba constantemente por la izquierda y se ofrecía como opción de pase para llegar hasta el fondo.

La primera llegada clara del conjunto visitante ocurrió a los 19 minutos. En un ataque veloz, Angileri mandó un pelotazo largo para Rafael Santos Borré, que habilitó de cabeza a Nicolás de la Cruz. El uruguayo aprovechó la salida lejana y en falso de Esteban Andrada para definir por encima del cuerpo del arquero. Fue en ese momento cuando Lisandro López apareció casi sobre la línea para evitar la conquista de River.

Cuando River bajó el pie del acelerador, Boca pudo recuperar algo del control de la pelota. Así, generó una situación muy clara en los pies de Carlos Tevez. El Apache definió en el área chica y apareció Franco Armani en todo su esplendor para ahogarle el grito. Con una enorme reacción, el arquero mantuvo el cero en el marcador.

Era el mejor momento del equipo de Miguel Ángel Russo y pronto lo iba a reflejar en el marcador. Sobre los 39′, en una desinteligencia del fondo de River, Tevez habilitó a Nicolás Capaldo y Paulo Díaz lo bajó en el área. El árbitro Tello sancionó el penal y Sebastián Villa dispuso el 1-0 con un certero remate por lo bajo.

Fue un primer tiempo en el que River impuso sus condiciones durante la primera media hora, aunque -más allá de aquel intento de De la Cruz ante la mala salida de Andrada, no generó situaciones concretas. Sus delanteros tuvieron poco peso. A Boca le alcanzó con 15 minutos de predominio: fue efectivo y pisó fuerte en el área rival para irse al descanso en ventaja.

El local tuvo una gran oportunidad para marcar el segundo tanto en el inicio del complemento. Iban solo tres minutos cuando Frank Fabra comandó el ataque y llevó la pelota casi hasta la puerta del área de River. Allí cedió para Tevez, quien habilitó a Maroni. El joven futbolista entró casi en soledad, pero definió muy desviado.

El Millonario atacaba, pero sin generar sorpresas. Así, chocaba una y otra vez contra la defensa local. En las contras, Boca encontraba espacios: a los 14′, Paulo Díaz tapó con los justo cuando Villa definió de frente al arco. Dos minutos después, Armani tuvo una doble tapada increíble debajo de los tres palos.

A partir de los 20′, la tendencia iba a empezar a cambiar. Angileri avanzó por la izquierda y mandó un centro preciso al corazón del área. Agustín Palavecino inclinó el cuerpo y conectó un cabezazo al segundo palo que se convirtió en el 1-1. Nada pudo hacer Andrada para llegar a tapar la gran ejecución del jugador de River, que marcó un gol en su primer Superclásico.

En la siguiente jugada, el Xeneize sufrió una baja crucial: Carlos Zambrano le metió un codazo a Matías Suárez y vio la segunda amarilla, por lo que se fue expulsado. La primera amonestación había sido en la etapa inicial por una acción similar ante De la Cruz.

Poco iba a durar la superioridad numérica de River. Diez minutos después de la roja Zambrano, Milton Casco se fue expulsado por una falta contra Fabra en la mitad de la cancha. El lateral, que esta vez jugó por la derecha, ya estaba amonestado. Fue en ese momento que Gallardo se lamentó por haber demorado en sacarlo de la cancha.

Una jugada realmente insólita se produjo sobre los 43′. Federico Girotti, que había entrado hace algunos minutos, desbordó por la derecha y mandó un centro que Izquierdoz -en su intento por despejar- cabeceó hacia su propio arco. Andrada se pasó y la pelota siguió su parábola, pero el efecto hizo que se frenara sobre la línea de gol. José Paradela, otro que había ingresado desde el banco, no pudo empujarla.

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