Desde que la cultura, más específicamente, el cine, se coló en los discursos políticos de la campaña, y desde LLA se habló de cerrar el INCAA, el colectivo de la industria audiovisual se puso en estado de alerta y pasó a la acción. Asambleas, banderazos y acciones organizadas por Cine Argentino Unido: desde estudiantes a directores y actores célebres.
En los mismos días en los que veinticinco películas o proyectos argentinos se presentaban en San Sebastián, donde se llevaron premios importantes, y Los Delincuentes, de Rodrigo Moreno, era elegida por la Academia de Cine para representarnos en la carrera al Oscar, luego de la nominación a Argentina, 1985. Todo en un contexto en el que las producciones intentan acomodarse a las dificultades de la economía, y muchas, especialmente para plataformas, se graban en el Uruguay y otros países limítrofes.
“La acción en San Sebastián fue la primera, hoy es la segunda muestra del cine argentino unido, para protección del cine. Ojalá sentirnos amenazados fuera solo una sensación. Milei, que dice cualquier cosa, abiertamente quiere cerrar el INCAA”, asegura el director y productor Juan Schnitman (El Incendio, Sangre). Lo dice en la marcha feminista del 28S. Allí el colectivo de cineastas hizo un banderazo como el de otros colegas en el festival español. A su alrededor suenan los bombos, vuelven a verse los pañuelos verdes, como en las movilizaciones pro aborto legal.
Frente al Gaumont, la bandera argentina reza “Cine Argentino Unido” a la espera de la foto grupal. “Siempre que hay una campaña, siempre, aparece esa deslegitimación al INCAA. El Instituto de Cine es la posibilidad de que muchas personas puedan acceder al derecho al trabajo, a la expresión, es un espacio que sostiene a una actividad que genera puestos de trabajo”, reflexiona la directora Andrea Testa (Niña Mamá).
Hablan de una industria audiovisual “creativa y resiliente, a pesar del contexto económico, impulsora de la economía, generando trabajo directo e indirecto en una enorme cantidad de servicios asociados, con un crecimiento sostenido del empleo en los últimos 15 años del 45%”. Y agregan, en su comunicado, que según fuente del Observatorio Audiovisual INCAA, de abril 2022, el impacto económico de esa industria es de un 5.2% del total de la economía argentina.
“Desde las PASO quedamos muy alertados. De pronto, esta sorpresa, preguntándonos porqué tenemos que militar el INCAA, que es una institución de fomento del cine nacional”, suma Ana, estudiante de la Enerc. Cerca suyo, la realizadora Virna Molina explica que salieron a manifestarse por el cine unido por la democracia: “Todo el arco del cine y el audiovisual confluye por primera vez en un espacio que es la asamblea del cine unido”.
A estas acciones sumó su propio ruido el intercambio tuitero de Juan José Campanella, que consultado por TN prefiere que quede plasmado así, sin agregados. “Son vacíos y payasescos”, escribió el ganador del Oscar en respuesta a la candidata de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine. La joven había posteado: ”Juanjo, vamos a cerrar el INCAA. Y ya te habrás enterado que no hay 1 solo fondo apoyando a Javier sino 3, verdad? Tus tuits van envejeciendo muy mal!”.
“¡Hola, Lilia! ¡Sí, me enteré! ¡También al Conicet! A mí personalmente no me afecta, pero lo siento por el cine y la ciencia. Lo que hubiera sido mejor es eficientizarlos, pero entiendo las limitaciones de un desquiciado y una terraplanista”, contestó el director de El secreto de sus ojos.
Cómo está hoy la industria del cine en la Argentina
Muchos de los consultados señalan al productor Axel Kuschevatzky como quien mejor describió la situación y el contexto actual. “Argentina está pasando probablemente uno de los peores momentos de su historia en términos de recursos de producción. Es un mercado que está super devaluado, porque la moneda casi no tiene valor, los fondos públicos tienen un impacto muy pequeño en los costos de una película competitiva, una película de perfil alto, estamos muy dependientes de la preventa, de poder ser vendido previamente a estudios y plataformas, y en la medida en que el valor promedio del ticket o suscriptor va bajando, porque el valor de la moneda tiene menos peso, las plataformas son muy juiciosas en qué van a hacer y qué no en Argentina, probablemente cada vez hagan menos”, detalla Axel en un video viral subido por Premios Platino.
“A esto se suma que están apareciendo voces, las mismas voces de siempre, que sin ningún conocimiento, y desde un lugar muy demagógico, atacan al sector audiovisual sobre supuestos que son falsos, absolutamente falsos. El sector audiovisual en Argentina tiene una diversidad ideológica enorme. Y eso no está visto, no está visto el impacto en la economía argentina, un 5.2% en forma directa o indirecta, no está visto que Argentina es el país de América Latina con más Oscars en la categoría película internacional. Tiene dos. Tiene más que México, más que Chile, más que Brasil, que no tiene ninguno. Tiene más que nadie”, asegura.
En cuanto al cine nacional recorriendo el planeta, agrega: “Las películas argentinas dan la vuelta al mundo y son tan representativas y generan una mirada positiva tan grande como el fútbol y como el malbec. Pero es fácil. Es fácil atacar al sector audiovisual cuando querés, demagógicamente hacerle creer a la gente que se mantiene con los impuestos de la gente, lo cual no es cierto, no es real. No es verdad. Entonces estamos en un momento muy complicado en el que todos los que hacemos contenidos en la Argentina tenemos que tener una postura firme contra estos discursos demagógicos, populistas de las maneras más berretas, desde los lugares más básicos y defender la identidad de algo que nos hace orgullosos. De la misma manera en la que cuando alguien habla mal de Messi nos enojamos”.
Es probable que el blanco fácil al que se refiere Kuschevatzky tenga que ver con una imagen del INCAA sobre una opinión pública a la que no ayudaron los escándalos, denuncias, salidas de funcionarios cuestionados y demás tormentas que, en los últimos años, lo convirtieron en una especie de noticia cíclica, entre nubarrones de falta de transparencia.
En la avant premiere de Puan, la pelíciula de María Alché y Benjamín Naishtat, el elenco completo dice presente. Vienen de ganar dos premios importantes en San Sebastián. Al mejor guión y al mejor actor, merecidísimo para Marcelo Subiotto, su protagonista. “Todos los que estamos acá, desde la prensa a los actores, trabajamos porque existe el cine”, dice Subiotto a TN. “En los festivales te das cuenta del lugar de atención que ocupa el cine argentino, del respeto y el espacio que ocupa. Ningún país puede darle la espalda a su cine”. A su lado, una embarazadísima Julieta Zylberberg ostenta el pin que llevan por estos días los cineastas en lucha: Yo amo al Cine Argentino.
La presencia del cine argentino en todo el mundo
“El cine argentino está amenazado como en el mundo”, dice Andrea Frigerio, otra actriz de la película. Y detalla: “Ahora por suerte han arreglado, en Estados Unidos, guionistas y actores. Pero en Argentina hay vientos de que la cultura es algo menor, secundario, cuando la cultura es lo que habla sobre nosotros como pueblo. Lo que contamos en las historias, sean documentales o de ficción, es muy importante que se vea, no sólo en la Argentina sino también en el mundo. Y ver tanto talento, delante y detrás de cámara, dan ganas de gritar que no pueden abandonarnos”.
La pareja directora hace foco en la coyuntura: “Que se ataque a una industria que no solo genera trabajo sino un lenguaje, una forma de expresión que nos permite vernos, ser quienes somos y mostrarlo al mundo, es increíble. En España dedicamos el premio a la educación pública que nos formó, y en ella a todo lo que no puede ser atacado”.
Puan es la historia de un profesor de filosofía de carrera (Subiotto) que cuando se prepara para tomar la cátedra que deja vacante la muerte su mentor recibe a un competidor que le sacudirá la rutina. Es una comedia muy divertida, con una amorosa mirada a la universidad pública en la piel de ese docente apasionado por lo que hace, aunque no llegue a fin de mes.
“Poniendo en valor y promoviendo nuestro cine, no solo estamos fortaleciendo una industria que conlleva mas de 700 mil puestos de trabajo, que se financia con los mismos recursos que genera, sino también reafirmando quiénes somos como país”, dice, desde Madrid, Hernán Findlin, Presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Y con respecto al contexto económico actual, en el que muchas producciones argentinas se filman en el Uruguay y otros países limítrofes, asegura: “Es necesario articular una ley audiovisual que incorpore lo llamado cash rebate (devolución de un porcentaje de dinero que fue fehacientemente gastado en el país) que es justamente lo que tiene a nivel nacional Uruguay , Colombia, México, Estados Unidos y prácticamente todos los países europeos. Una herramienta impositiva virtuosa que atrae inversión y trabajo en el audiovisual. Si bien algunas provincias lo están implementando (con muy buenos resultados) se podría potenciar exponencialmente si se hiciera de manera orgánica como política de Estado nacional (esto involucra facilidades operativas respecto al ingreso de dólares) y sin duda el mejor ejemplo para empujar esto es mirar la cantidad de producciones y trabajo que se pierde la Argentina en favor de otros países de la región”.
Fuente Tn