Los 260 convencionales de la Unión Cívica Radical se reunieron hoy en la primera jornada de la Convención Nacional que tiene lugar en Vicente López para discutir el futuro del partido y la posibilidad de modificar la carta orgánica para permitir la elección de autoridades por voto directo.
Tensas situaciones se vivieron en distintos momentos de la jornada, debido a que un ala del partido acusó al sector de Ricardo Alfonsín por la alianza realizada con Francisco de Narváez en la pasada elección.
Un momento tenso se vivió cuando ingresaron al recinto los representantes del alfonsinismo Gerardo Morales, Ángel Rozas y Ricardo Gil Lavedra, quienes fueron recibidos por la Juventud Radical al son del cántico «con la derecha no pactamos nunca más».
Leopoldo Moreau fue uno de los principales dirigentes que en su dicurso cargó contra el pacto electoral. Concluida su alocución, el senador Gerardo Morales le recordó que cuando él fue candidato presidencial en 2003 sólo obtuvo el 3% de los votos. Moreau lo insultó y quiso responder con un empujón. Sin embargo, los militantes llegaron a separarlos y el hecho no pasó a mayores.
Por su parte, Ricardo Alfonsin asumió el «error» del tercer puesto de las elecciones del 23 de octubre, en medio de un clima tenso en la convención radical que hace peligrar su continuidad. «Me hacen acordar a las interrupciones de la Sociedad Rural», bramó Alfonsin, ante gritos y manifestaciones confrontativas por parte de los distintos sectores radicales presentes.
Más temprano, el dirigente había afirmado que “hoy por hoy” el radicalismo no cuenta con “ningún dirigente que tenga las espaldas lo suficientemente anchas” como para conducir el partido y abogó para que se designe “una conducción colectiva” hasta que se reforme la carta orgánica.
Por su parte, Morales sostuvo que «hay consenso en casi todos los sectores» para llevar adelante una reforma de la carta orgánica de la UCR y expresó su optimismo en que se logrará «una conducción de consenso» para suceder al titular del partido, Ernesto Sanz.
Una eventual reforma a la carta orgánica para que los afiliados elijan en forma directa a las autoridades del partido y una definición sobre quién conducirá a la UCR, cuando el 16 de diciembre venza el mandato de Ernesto Sanz, son los ejes centrales de la discusión, que continuará este sábado.
Desde el alfonsinismo, que hasta ahora se impuso por mayoría en convenciones anteriores, se propuso al bonaerense Juan Manuel Casella como un «presidente de transición por un año» hasta que se defina la reforma de la carta orgánica que habilite la elección directa y no a través de un cuerpo de delegados como rige actualmente.
La propuesta recibió el rechazo de la llamada Liga de Intendentes, que reúne a los jefes comunales radicales de todo el país, quienes reclamaron que sea la convención a cargo de Hipólito Solari Irigoyen la que conduzca al centenario partido hasta que se reformule el estatuto.
Entre los candidatos a suceder a Sanz, además de Casella, figuran la diputada nacional Sandra Rioboo, avalada por el cobismo, y el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, quien recibió esta semana un guiño del actual titular del partido.