La Universidad Jiaotong de Shanghai publica anualmente desde el año 2003 una clasificación de las universidades (Academic Ranking of World Universities) siguiendo criterios tales como el número de graduados galardonados con el Premio Nobel o la Medalla Fields (máximo galardón científico de las matemáticas), los trabajos académicos incluidos en el Science Citation Index, los investigadores más citados en dicho Index y el número de publicaciones en las principales revistas científicas.
De acuerdo a estos criterios, las tres mejores universidades del mundo son estadounidenses: Harvard (foto), Stanford y el MIT (Massachusetts Institute of Technology).
En China, la institución más prestigiada es la Universidad de Tsinghua, seguida por la Universidad Jiaotong en Shanghai, que elabora la clasificación.
En América Latina, la mejor considerada es la Universidad de San Pablo (Brasil), seguida por la de Buenos Aires (UBA, Argentina) y la Autónoma de México (UNAM), que comparten el puesto 151.
Más abajo y en este orden, aparecen otras tres brasileñas -Campinas (San Pablo), Minas Gerias y Rio de Janiero- y la Universidad de Chile.
Cada año, el mundo académico espera ansioso el listado de Shanghai, puesto que hay consenso en torno a la utilidad de una categorización. Sin embargo, cada vez que se publica, es recibido con muchos cuestionamientos y críticas a sus parámetros.
Una de las observaciones concierne al hecho de que se privilegian como criterio de excelencia los logros en investigación por encima de la enseñanza, lo cual favorece ampliamente a las universidades anglosajonas, que nuevamente este año ocupan abrumadoramente los puestos top. De los 20 primeros lugares, 17 son de los Estados Unidos. Y en el top 10 hay 3 universidades británicas -Cambridge, Oxford y Londres- y siete estadounidenses.
Al privilegiar las ciencias duras por sobre las humanas, Shanghai favorece a las instituciones más grandes y abarcativas. Así explica, por ejemplo, la revista L’Express el hecho de que Francia, país que tiende a tener muchas universidades más pequeñas, aparezca recién en los puestos 40 y 41.
El de Shanghai no es el único listado de este tipo. En el último ránking del Times Higher Education, ninguna academia latinoamericana aparecía entre las primeras 200