Por su parte, Rajoy, que encabeza los sondeos de cara al 26J (26 de junio), sostuvo que no tuvo conocimiento del caso hasta ayer por la tarde, algo que también confirmó Fernández Díaz, a pesar de que nuevas grabaciones revelan que estaría mintiendo.
«La dimisión debería ser fulminante. Esta es una de las cosas más graves que han sucedido en la historia de este país», dijo el candidato de la coalición de izquierda Unidos Podemos, Pablo Iglesias, que se sitúa segundo en los sondeos.
El diario digital Público avanzó ayer grabaciones de dos conversaciones que Fernández Díaz mantuvo con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en el marco de un supuesto plan para fabricar pruebas contra dirigentes independentistas poco antes de la celebración de la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014.
En los fragmentos se escucha cómo estas dos personas discuten cómo conseguir datos para desprestigiar a políticos de la independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Convergència Democrática de Catalunya (CDC), el partido del ex presidente catalán Artur Mas, principal impulsor de la secesión de Cataluña.
Además, en un nuevo audio publicado hoy el ministro de Interior informa a De Alfonso que Rajoy estaba al tanto de sus actuaciones.
«El presidente del gobierno lo sabe», asegura Fernández Díaz. «Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya. Por su puesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda», añade el funcionario.
Sin embargo, Fernández Díaz negó de forma rotunda que Rajoy supiese algo hasta ayer por la tarde cuando se comunicó telefónicamente con él para solicitarle información a raíz de la noticia que adelantaba Público.
«Le expliqué que me acaba de enterar y que eran grabaciones de hace dos años y que (en la reunión con De Alfonso) hablamos de las cuestiones que son competencia de esa oficina y del Ministerio del Interior respecto de la lucha contra el fraude», dijo hoy Fernández Díaz en declaraciones a la prensa en Barcelona.
«Se publicaron fragmentos de manera descontextualizada», subrayó el máximo responsable de la seguridad española, quien aunque admitió ser el protagonista de la conversación, intentó dar vuelta la situación al presentarse como víctima de una grabación ilegal.
«Es el mundo al revés, cuando alguien ha realizado una conducta ilegal, en vez de pedir que se investigue se pide la dimisión y cese de las personas que son víctimas», subrayó. «Si no hubiese elecciones y no fuera candidato no hubiesen salido estas informaciones», agregó.
«Si usted tiene una conversación con una persona de dos horas, (y saca fragmentos) igual puede parecer que queremos atracar el Banco de España. Que yo me reuniera con un magistrado que dirige una oficina antifraude para conspirar es una injuria, calumnia, y una estupidez», insistió.
«No le haré el favor de dimitir al presidente de la Generalitat (gobierno catalán)», sentenció Fernández Díaz después de que el independentista Carles Puigdemont exigiera su renuncia de forma inmediata y que Rajoy comparezca en el Congreso de los Diputados para explicar todo este escándalo.
«Ya sospechábamos que existe una GAL informativo y ahora empezamos a saber quiénes son los señores X: Uno es el Ministro del Interior, y no descartamos que el otro se llame Rajoy», afirmó Puigdemont, recordando al grupo parapolicial implicado en la «guerra sucia» contra la organización separatista vasca ETA.
«No sé si es normal que un ministro se interese en cómo puede desestabilizar a rivales políticos. En la democracia que estamos construyendo en Cataluña esto es muy anormal. En la democracia que se ha consolidado en España parece ser que esto es muy normal», añadió el presidente catalán.
El líder de ERC y vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, también se refirió a las revelaciones como un «GAL mediático».
Duro y con vehemencia, Junqueras sostuvo que se trata de «un ataque a la democracia», ya que es la constatación de que el Estado español actúa contra una opción democrática, como ya lo hizo el GAL o el ex presidente José María Anzar cuando se produjeron los atentados del 11 de marzo de 2004.
«Deciden fabricar, conspirar, mentir. Esto no afecta a algunos personalmente, nos afecta y nos interpela a todos», remarcó Junqueras.
En la conversación filtrada, Fernández Díaz insiste en buscar algo comprometedor contra el hermano de Junqueras, Roger Junqueras, que trabaja en la empresa CESPA (del grupo Ferrovial) en relación con la adjudicación de contratos realizada por el gobierno tripartido catalán del que participó ERC (2003-2006).
En medio del la bomba mediática, Rajoy no dio señales de que vaya a forzar la dimisión de Fernández Díaz. Declaró que se enteró anoche que se había producido la reunión en cuestión y, en línea con su ministro, indicó que son «dos personas que hablan de temas de su competencia».
«Ni sabía quién era el jefe de la Oficina antifraude ni que existía ese cargo», declaró Rajoy a la radio Onda Cero.
Sus rivales presionan para que actúe y advierten que este caso le pasará factura en las urnas.
«Un ministro de Interior no puede inventar pruebas y tramas contra partidos de la oposición», dijo Albert Rivera, de Ciudadanos.
«Quiero que el señor Rajoy explique a todos los españoles si estaba al corriente, y si no tiene que hacer dimitir al ministro», añadió el dirigente liberal.
«Los españoles tenemos la oportunidad, con el voto, que el 26 de junio el PP dimita en bloque, ya que Mariano Rajoy no dimitió cuando debió hacerlo: con los SMS a Bárcenas (su ex tesorero implicado en corrupción) y cuando Fernández Díaz se reunió en secreto con Rodrigo Rato», apuntó el socialista Pedro Sánchez, tercero en la carrera electoral.
Fuente: Telam
