La sesión finalizó con un escándalo y a los gritos. «¡Estoy harta del progresismo estúpido!», bramó una indignada Elisa Carrió (Cambiemos) en el recinto de laCámara de Diputados.
Sus dardos apuntaban hacia su eterna adversaria política, la diputada Margarita Stolbizer(GEN), y a los legisladores de las bancadas progresistas que habían anticipado su rechazo a un proyecto de ley sobre donación de alimentos.
El proyecto, impulsado por los bancos de alimentos, permite eximir de responsabilidad a los donantes por los daños y perjuicios que pudieran producirse, siempre y cuando dichos alimentos hayan cumplido con los controles bromatológicos estipulados por la ley vigente.
«No se resuelve el problema del hambre con lo que sobra, mucho menos cuando hay riesgo -enfatizó Stolbizer-. Lo que se está votando es gravísimo. Está muy bien la donación de alimentos. Lo que es incorrecto es pretender que el donante de alimentos y ese alimento por una cuestión de vencimiento termine matando a un chiquito no es responsable».
Carrió pidió la palabra, indignada. «Si alguien que le sobra puede darle a otro para que coma en condiciones de salubridad, pregunto, ¿no puede donar?¡Estamos todos locos! Acá hay un progresismo estúpido que cree que es mejor que [las personas carenciadas] vayan a buscar a la bolsa de basura en vez de tener los alimentos de marca en su casa. ¡Estoy harta del progresismo estúpido! ¡Qué quieren, que se mueran de hambre! ¡Déjenme de jorobar!».
Las palabras de Carrió desataron una batahola feroz en el recinto. Los legisladores opositores se levantaron de sus bancas y a los gritos cuestionaban a Carrió. La legisladora salió disparada del recinto y partió, rauda, del Congreso. En el recinto el diputado Federico Masso, de Libres del Sur, exigió, a los gritos, que el plenario del cuerpo sancione a la diputada. Los legisladores opositores aplaudían. El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, levantó la sesión. Previamente, se aprobó a mano alzada que el polémico proyecto regrese a la comisión.