Miles de personas llegan al lugar. Ya no hay espacio para los coches. Las selfies se cuentan por miles. Todo sucede en el Pantano de Sau, en la provincia de Barcelona, España.
Es que la sequía ha dejado al descubierto la iglesia de San Román de Sau (Sant Romà de Sau, en catalán), la más antigua del mundo que se conserva en pie sumergida bajo el agua.
El templo fue edificado en 1062, pero quedó sumergido bajo el agua cuando en 1963 el dictador Francisco Franco ordenó construir una represa.
UN PUEBLO INVADIDO
El problema es que el pequeño poblado de Vilanova de Sau, donde está la iglesia, sufre una verdadera invasión de turistas que están cometiendo verdaderos disparates en el lugar. Los turistas manejan de contramano, roban piedras de la iglesia y algunos hasta se suben al campanario.
El lugar solo tiene capacidad para estacionar 90 autos y motos con reserva previa y pago de 5 euros, pero los vehículos que llegan superan con creces los 2.000 por día.
Los pocos restaurantes del pueblo pueden preparar comidas para unas 400 personas y se arremolinan unas 3.000 a sus puertas queriendo comer.
Lo cierto es que la Iglesia emergió y se muestra orgullosa. Nada la puede derrotar. Vive bajo el agua y ahora una sequía la muestra en todo su esplendor. Invencible.
Clarín