Estados Unidos redujo desde este lunes su representación diplomática ante los palestinos al incorporar su consulado general en Jerusalén a su embajada en Israel, instalada recientemente en la Ciudad Santa.
«El 4 de marzo de 2019, el consulado general de Estados Unidos en Jerusalén se fusionará con la embajada de Estados Unidos en Jerusalén para formar una sola misión diplomática», informó este lunes el Departamento de Estado en un comunicado, en línea con lo anunciado meses atrás.
La misión estará desde hoy encabezada por el actual embajador de EEUU ante Israel, David Friedman.
«Esta decisión fue impulsada por nuestros esfuerzos globales para aumentar la eficiencia y la eficacia de nuestros compromisos y operaciones diplomáticas. No indica un cambio en la política de los Estados Unidos sobre Jerusalén, Cisjordania o la Franja de Gaza», explicó el Departamento de Estado norteamericano en una declaración oficial.
El consulado había servido como embajada de facto para los palestinos desde los acuerdos de Oslo de los años 90.
La rebaja de esta categoría ha sido calificada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como un «asalto político a los derechos e identidad de los palestinos» y sigue al deterioro de las relaciones desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, declarara Jerusalén como capital israelí y trasladara a esta ciudad la legación diplomática ante Israel.
La decisión había sido anunciada el 18 de octubre por el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo como una medida para mejorar la «eficiencia y efectividad».
Este paso se inscribe en el contexto de una degradación continua de las relaciones entre la administración de Donald Trump y los palestinos, desde la decisión de desplazar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Washington también anunció el fin de su ayuda financiera bilateral, así como sus contribuciones a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa).