Estados Unidos privilegia acuerdos comerciales con Brasil y Argentina al margen del Mercosur

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US President Donald Trump(R)holds a team jersey as he meets with Brazilian President Jair Bolsonaro in the Oval Office at the White House on March 19, 2019 in Washington,DC. (Photo by Brendan Smialowski / AFP)

«Lo que era sólo un pensamiento ahora es una realidad: Brasil comenzó oficialmente las negociaciones (de libre comercio) con Estados Unidos». Así definió el ministro de Economía Paulo Guedes, los resultados de la visita del secretario de Comercio norteamericano Wilbur Ross, que pasó dos días entre San Pablo y Brasilia para desembarcar hoy en Buenos Aires.

Más enfático fue aun el presidente Jair Bolsonaro, quién luego de recibir a Ross confesó a los periodistas: «Cada día estoy más apasionado por (Donald) Trump».

Tenía sus razones para tanto énfasis. Es que el jefe de la Casa Blanca dijo ayer a los periodistas acreditados que tiene «una gran relación con Brasil». Pero más que eso, Trump celebró la designación de Eduardo Bolsonaro como futuro embajador de su país en Washington: «Conozco al hijo del presidente brasileño y lo considero extraordinario, un joven brillante, increíble. Estoy muy feliz por su indicación para la embajada brasileña».

Y hoy se conoció otro gesto de la administración norteamericana: declaró oficialmente a Brasil como «aliado estratégico extra OTAN», el segundo país del sur continental en compartir ese tratamiento. Primero fue la Argentina, que obtuvo ese estatus en la época de Carlos Saúl Menem y Bill Clinton.

Bolsonaro resumió su encuentro con el secretario Ross, un poderoso inversor estadounidense que integra la actual administración desde 2016: «La reunión con él fue excelente. Habló del interés de los Estados Unidos de continuar en la línea que ya habíamos conversado antes con Trump. Juntos, nuestros dos países tienen más de 500 millones de habitantes. Pero nuestro comercio todavía es débil».

Ross había dicho, el lunes, en la sede paulista de la Cámara Americana de Comercio (Amcham), que el acuerdo político entre el Mercosur y la Unión Europea podría ser un «obstáculo» para establecer un área de libre comercio entre el bloque regional y EE.UU.

«Para nosotros es importante que aquel acuerdo no sea contradictorio con un libre comercio entre Estados Unidos y Mercosur» reiteró Ross en varias oportunidades. Indicó incluso que el tratado con los europeos podría esconder «píldoras venenosas».

El secretario de Comercio americano reveló que Europa y Washington tienen serios «desacuerdos» en cuestiones de agricultura, autos, farmacéuticos y normas técnicas sanitarias y fitosanitarias. En base a eso juzgó que «hay un largo camino» par a estrechar los lazos entre Brasil y Estados Unidos, evitando de este modo dar fechas sobre cuándo podría estar concluido un acuerdo de esa naturaleza.

En Brasil, sin embargo, consideran que un tratado bilateral con Estados Unidos no será tan complicado de tramitar. Para el gobierno el momento es «muy favorable por que hay un alineamiento entre Bolsonaro, Mauricio Macri y Donald Trump, en pro de un acuerdo», como explicó Marco Troyjo, viceministro de Economía. Recordó, también, que la Casa Blanca tiene una autorización del Congreso para negociar reducciones arancelarias con países o bloques hasta junio del 2021. Se trata del Trade Promotion Authority (TPA).

No obstante, a nadie se le escapa la existencia de incertidumbres políticas que tiñen ese escenario. Entre ellas, las elecciones presidenciales de Argentina en octubre próximo y las de Estados Unidos en 2020. Otros problemas se refieren al etanol y a la industria azucarera.

Y finalmente, hay otro dato: por el momento ninguno de los cuatro países del Mercosur puede celebrar convenios de libre comercio en forma individual. Aunque la cláusula que establece esa restricción podría ser modificada en la próxima cumbre del Mercosur, a fin de año en Brasilia.

«Nuestra decisión es hacer la apertura comercial. Cerramos el acuerdo con la UE y ahora los norteamericanos quieren conversar» subrayó Bolsonaro, en declaraciones a la prensa. Añadió que Ross se había manifestado «preocupado» por las «trampas» que podría contener el tratado de europeos y sudamericanos.

Ahora, Ross aterriza en Buenos Aires con estrategia idéntica. Tendrá reuniones con Jorge Faurie en la Cancillería y con Macri en la quinta de Olivos. Pura cortesía del Presidente: su atención política sólo esta centrada en las PASO del 11 de agosto.

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