Estamos ante el Mundial más difícil y glorioso de la historia

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Por cierto que toda hipótesis debe partir de una premisa. En este caso, debemos considerar que la clasificación en el Grupo D es un hecho fáctico. Luego, de no ser así, los elementos objetivos que sustentan este análisis carecerían de una lógica mínima.
Admitamos que la Selección Nacional por historia, valores individuales, experiencia y madurez logrará pasar a Octavos de Final. Dada la calidad de sus rivales, podría ocupar el primero o el segundo puesto de su grupo.

Analicemos, entonces, las dos variantes para avanzar en una prospectiva. Veamos si fuera segundo:

a) Debería enfrentar al primero del Grupo C que integran Francia, Australia, Perú y Dinamarca

b) Debemos suponer que el rival en Octavos de Final será Francia en el Kazán Arena a 825 kilómetros de Moscú el 30 de junio a las 11.

c) Si Argentina le gana a Francia los Octavos de Final ganará el derecho de disputar los Cuartos de Final contra quien resultase ganador, en esta lógica, entre Portugal (segundo Grupo B) y Uruguay (primero Grupo A) en el Estadio de Nizhni Nóvgorod a 473 kilómetros de Moscú el 6 de julio de 2018 a las 11, luego de seis días de receso recuperatorio.

d) En el supuesto que Argentina siga avanzando, pues ya eliminó a Francia y Uruguay o Portugal, estará en Semifinales. En tal caso, su rival será el ganador entre Brasil y Bélgica. Inequívocamente cualquier diagnóstico nos conduce a Brasil como rival de las Semifinales. Ese clásico, seguramente ambicionado por el universo futbolístico, se disputará en el Zenit Arena de San Petersburgo dónde la Selección ya enfrentará en la fase clasificatoria a Nigeria. El clásico se jugará a las 15 del 10 de julio del 2018, a 716 kilómetros de Moscú, con tan solo cuatro días de haber transcurrido su último partido ante Uruguay o Portugal.

e) Si toda esta dinámica hipotética de Argentina saliendo segunda en su grupo pero avanzando hasta la Final, pues también ha derrotado a Brasil en las Semifinales, su rival para la gran Final del 15 de julio el estadio Luzhnikí de Moscú será el ganador de la otra Semifinal que disputarían Alemania y España. O sea, si no gana su grupo, nuestra Selección deberá transitar el camino señalado frente a los adversarios admitidos por esta hipótesis.

Veamos ahora cuán distinto sería el panorama si, como se espera y se desea, laSelección Argentina ganare su grupo y quedara primera:

a)  Debería enfrentar al segundo del Grupo C que integran Francia, Australia, Perú y Dinamarca.

b) Debemos suponer que el rival en Octavos de Final será Perú o Dinamarca por ser uno de ellos el segundo en su zona. El encuentro se jugará  en el estadio de Nizhni Nóvgorod  a 473 kilómetros de Moscú el 1° de julio del 2018 a las 15, tras cinco días de descanso.

c) Habiendo ganado su grupo y superado en Octavos de Final a Perú o Dinamarca, la Argentina quedará de frente a los Cuartos de Final. Y el rival será España elestadio Olímpico Fisht de Sochi  a 1620 kilómetros de Moscú el 7 de julio del 2018 a las 15.

d) Continuando con la hipótesis de imponerse en el grupo clasificatorio como primero y superando a los rivales sucesivos de la progresión en perspectiva (Perú o Dinamarca y España), la Selección Argentina marchará hacia las Semifinales. El diagnóstico proyectado nos indica que el rival de tal Semifinal será Alemania tras superar a Inglaterra, en otro de los clásicos que el mundo querrá ver. El partido se disputará en el estadio Luzhnikí de Moscú el 11 de julio del 2018 a las 15.

e) En este caso, la Final la disputaremos contra Brasil (quien ya venció en la otra Semifinal a Francia) el 15 de julio del 2018 en el estadio Luzhnikí de Moscú. O sea que Brasil o Francia será el rival de la Selección Argentina si los comportamientos se ajustaren a la lógica histórica.

A la luz de este juego hipotético con más percepción futbolística que rigor científico, comienzan a emerger algunos dilemas y algunas certezas. La primera es responder a esta pregunta: ¿Qué resulta más conveniente salir primero y enfrentar a Alemania en Semifinales y a Brasil en la Final o salir segundo y alterar el orden?

El partido clave en cualquiera de los dos casos sera el que la Selección Argentina dispute contra Croacia el 21 de junio de 2018 en el estadio Nizhni Nóvgorod. Cuando llegue ese momento, nuestra Selección habrá enfrentado a Islandia y le quedará como último adversario Nigeria. Esto supone que ganando los primeros dos encuentros, con 6 puntos logrados, la Selección quedará clasificada prescindiendo del estrés que implica jugar la continuidad en la Copa del Mundo en un último partido clasificatorio. Y ello conlleva a la lógica deducción que también para Nigeria será distinto enfrentar a una Argentina clasificada que a una Argentina necesitada.

Adviértase para reflexionar que si Argentina resulta segunda en su grupo deberá luego sortear a Francia en octavos de final, a Perú o Dinamarca en cuartos de final, a Brasil en semifinal y a Alemania en la final. Pero, si ganara aún brillantemente su Grupo, debería sortear a Perú o Dinamarca en octavos de final, España en cuartos de final, a Alemania en la semifinal para disputar la final que el mundo sueña frente a Brasil.

Llegaremos al campeonato mundial con un promedio de edad de 28 años. Y muchos de los jugadores del equipo nacional atesorarán el próximo Mundial de Rusia como la última oportunidad de alcanzar la gloria.

El camino es ríspido, dificultoso y extremadamente exigente. De tal manera que cada paso deberá ser debidamente evaluado en los aspectos de la infraestructura apoyatoria y de la logística a implementar. Al igual que en algunas de las otras selecciones, las principales estrellas de nuestro equipo podrían llegar con casi 60 partidos disputados en un año. Lo que nos obliga a evocar lo padecido en el Mundial del 2014 en Brasil.

Fue en aquella oportunidad en que todo el tiempo disponible se convirtió solo en períodos de descanso para la recuperación física. Casi como que fuimos de más a menos y al momento de la disputa de la Semifinal contra Holanda dio la impresión que se había dejado toda la respuesta física en aquel exigente partido que demandó alargue y penales.

Tanto fue así que el día de la Final frente a Alemania, nuestros jugadores pudieron sobrellevar el compromiso con más amor propio que reserva física y arrastrando los dolores y molestias que producen los partidos de cualquier campeonato mundial.

Probablemente esto explique la potenciación de los equipos con menos historia y talento, cuyos rendimientos físicos siempre constituyen sorpresa y exigencia hasta convertirse en verdaderas pesadillas en las rondas clasificatorias. Sus jugadores llegan con menos partidos, tienen más reservas físicas para ponderar velocidad y resistencia. Y en este Mundial eso se advertirá mucho más claramente. Llegar en las mejores condiciones físicas será primordial para avanzar hacia las fases eliminatorias que conllevarán a tiempos suplementarios o a la definición por tiros libres desde el punto del penal.

Será el Mundial de los Mundiales por cuanto quiénes lleguen a la final –respetando esta mínima lógica deductiva- irremediablemente habrán dejado en el camino a potencias mundiales ya que este próximo torneo de Rusia nos ofrecerá a siete de los ocho campeones mundiales de la historia del fútbol (una penal la eliminación de Italia). Esto revalorizará el subcampeonato obtenido en Brasil, verdadero mérito deportivo que ojalá pueda ser reconocido alguna vez como parte de los enormes logros del fútbol argentino.

Para estar a la altura habrá que prepararse como nunca conservando la humildad y potenciando la motivación, sin crear ni falsas expectativas ni obligaciones compulsivas.

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