Un apagón generalizado afectó a toda Cuba desde la noche del viernes, dejando sin electricidad a hospitales, viviendas y edificios públicos, mientras que los hoteles y algunas instalaciones gubernamentales mantuvieron el suministro. La avería se originó en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana, y provocó la caída del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a las 8:10 p.m., según informaron las autoridades.

Jorge Suárez, un abogado de 47 años, dijo a la agencia AFP que “lo que queda es adaptarse y esperar que el gobierno, que es su responsabilidad por supuesto, resuelva el problema”.
“Es como los animales que viven en el desierto, se tienen que adaptar a vivir sin agua”, afirmó, descorazonado.
El pequeño negocio privado que hace las veces de bar, cafetería y supermercado, funciona al mínimo con una planta “bastante modesta”, explica su propietaria, Adela Alba, de 37 años. “Es muy complicado, es muy difícil trabajar así, la electricidad es importante para todo”.
A las 20.15 horas locales del viernes (00.15 GMT del sábado) una falla en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana, provocó una pérdida importante de generación de energía en el occidente de Cuba y con ello la caída del Sistema Eléctrico Nacional, informaron las autoridades.

De acuerdo con la empresa eléctrica UNE, este sábado se habían activado en varias provincias microsistemas independientes que alimentan sitios estratégicos como hospitales, así como otros servicios esenciales, y que pueden beneficiar a algunos habitantes que residen en los alrededores.
“Ya varias provincias han montado sus microsistemas y las unidades de generación comienzan a sincronizar” al sistema eléctrico nacional, dijo el dictador Miguel Díaz-Canel en su cuenta de la red social X. “Se trabaja intensamente para recuperar la estabilidad” del sistema, agregó.
Una de las beneficiarias de esos microsistemas es Silvia Torres, una mujer de 64 años que vive en Puerto Padre, provincia de Las Tunas (este). “Nosotros, gracias a dios amanecimos con luz, vino como a las seis de la mañana, una dicha porque sé que muchas provincias están todavía apagadas”, dijo a la AFP vía telefónica.
Entre octubre y diciembre el país vivió tres apagones generales, dos de ellos por varios días. Desde que inició este 2025 la población enfrenta cortes de luz de cuatro o cinco horas casi de manera cotidiana en gran parte de La Habana, mientras que en provincia estos periodos sin luz se pueden prolongar por más de 20 horas.

En la capital cubana, de 2,1 millones de habitantes, la actividad estaba ralentizada este sábado, con pocas personas en las calles y reducido tráfico vehicular.
Xiomara Castellanos, una vecina de 82 años del céntrico barrio habanero del Vedado, dijo que el corte de luz del viernes la puso muy nerviosa. “Esto es lo último del siglo, que Dios nos libre y nos ampare, este país está de mal en peor”, afirmó en alusión a los tres megaapagones previos.
El responsable de las subestaciones del sistema eléctrico en La Habana, Ariel Mas Castellanos, dijo a medios locales que “falló el aislamiento de un elemento de la línea que tiene bastantes años de explotación y envejecimiento” y que resulta difícil de sustituir.
Las ocho desgastadas termoeléctricas del país, inauguradas casi todas en las décadas de 1980 y 1990, sufren constantes fallas o son suspendidas por largos periodos de mantenimiento.

Las plantas flotantes rentadas a una empresa de Turquía y los grupos electrógenos (generadores), que complementan el sistema energético nacional, se alimentan del combustible que Cuba importa con grandes dificultades y que muchas veces escasea.
Ante la emergencia, el gobierno cubano busca instalar en 2025 al menos 55 parques solares de tecnología china, que generarán 1.200 megavatios, y que según las autoridades permitirán alcanzar un 12% de generación de electricidad con energías renovables.
Para 2030, Cuba planea generar más de 2.000 MW con energía solar, lo que hará que el 37% de su electricidad provenga de energías renovables.
(Con información de 14ymedio y AFP)
Fuente Infobae