Por Pedro Martínez, especial para LA BANDA DIARIO
El desafío que tenemos por delante en materia ambiental es de una magnitud de carácter colosal, y la gran crisis no es ecológica, la crisis es política.
“Celebración del Día Internacional del Medio Ambiente”, suena lindo, pero que más alejado este título de la verdadera realidad; en tal caso y según la perspectiva o lentes con que se mire, podría haberse llamado “Día Mundial del ambiente partido a la mitad”. Realmente medio ambiente es lo que le estamos dejando a las generaciones por venir.
La falta de conciencia ambiental en el mismo hombre está haciendo estragos en su propio entorno, su avaricia desató fuerzas naturales inusitadas que hoy no puede manejar. Nosotros mismos nos ocupamos de llegar a este punto sin retorno, la inconsciencia por querer tener más y más posesiones económicas llevaron al hombre a desequilibrar su propia hábitat, o fomentar la destrucción de su entorno de vida; apoyando el desequilibrio de su propia Casa Grande.
Hace diez años atrás, se hablaba sobre “cambio climático comprometido”, hoy el “cambio climático es irreversible”.
En el transcurso de estos años se fue incrementando la mala conducta ambiental hacia nuestra Madre Tierra, la inconducta se hizo una bola de nieve en bajada, que en su loca carrera fue dejando a su paso solo devastación y desolación y un pronóstico nada halagüeño e incierto.
Pocos se hacen cargo de lo que se viene, muchos de aquellos que tienen la responsabilidad de decisión de que se haga tal o cual cosa a favor o en contra de su medio ambiente, miran para el costado.
Nuestro Papa “Francisco”, fue lo mejor que nos pueda haber pasado en estos últimos tiempos, eligió ese nombre emblemático para llamar a la reflexión a los que impulsan llegar más rápido al abismo y caer al precipicio, debido a sus malas conductas ambientales.