Desde las calles de la ciudad de Parkland, Florida, hasta las puertas de la Casa Blanca, decenas de miles de estudiantes de Estados Unidos honraron a las 17 víctimas mortales que dejó hace un mes la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas y reclamaron un mayor control de armas.
Según los organizadores de la protesta, estudiantes de más de 3.000 centros educativos de todo el país dejaron sus clases y se concentraron en los campus e instalaciones o marcharon por las calles para presionar por la aprobación de una ley federal que prohíba las armas de asalto como el rifle semiautomático AR-15, tenga en cuenta los antecedentes de posibles compradores y desarme a quienes presenten señales de advertencia sobre un posible comportamiento violento.
El «Día de Marcha Nacional», como fue denominada la manifestación, tuvo epicentro en la secundaria de Parkland en donde el pasado 14 de febrero Nikolas Cruz, un ex alumno de 19 años, abrió fuego y mató a tres adultos y 14 estudiantes.
«Es muy emocionante. Mi corazón está roto y está siendo muy duro, pero estoy orgullosa de la acción de estos estudiantes», dijo a la agencia de noticias Efe Carla Madeiros, madre de una alumna del centro, para añadir que «no hay lugar para las armas automáticas y tiene que haber un cambio» en las leyes.
Muchos alumnos, como en Nueva York, salieron pronto a las calles para mostrar pacíficamente su rechazo a la violencia por armas de fuego en los colegios y llamar al Congreso de EE.UU. a que actúe de manera decisiva para aprobar leyes que endurezcan el acceso a las armas.
En Washington, cientos de estudiantes se concentraron frente a la Casa Blanca y al Capitolio con pancartas y con gritos de «Basta es basta» («Enough is enough») y «¿Cuántos más?» y pidieron «un inmediato control de armas».
La protesta de este miércoles, que se convirtió rápidamente en tendencia en las redes sociales, es la antesala de la #MarchaPorNuestrasVidas (MarchForOurLives) que se realizará dentro y fuera de Estados Unidos el próximo 24 de marzo con el mismo propósito.
Poco después de la masacre de Parkland, el presidente Donald Trump prometió medidas «muy duras» para el acceso a armas pero el plan de acción lanzado por la Casa Blanca fue una enorme decepción para los estudiantes. Ese plan se apoya en la controvertida idea de armar a profesores y personal escolar para proteger a los alumnos.
La propuesta inicial de Trump de elevar la edad mínima de 18 a 21 años para la compra de armas pareció esfumarse después de dos reuniones del presidente con la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) cuyos dirigentes fueron calificados de «grandes patriotas» por Trump.
La NRA es el poderoso lobby en favor de las armas en el país y hace generosas donaciones a campañas electorales de políticos como forma de consolidar su influencia. En la campaña presidencial de 2016, el NRA gastó más de 30 millones de dólares en apoyo a Trump.
Los tiroteos e incidentes que involucran el uso de armas de fuego provoca la muerte de unas 30.000 personas al año en Estados Unidos.
Fenix