Arda Guler, un guante en su botín, puso un balón muy tenso desde el pico del área que Samet Akaydin cabeceó con poderío en el segundo palo para marcar el 1-0.
El mediapunta del Real Madrid de 19 años se va como uno de los nombres propios del torneo, autor de un golazo ante Georgia y en el origen de los dos tantos de su equipo de pelota parada contra Austria (2-1) en octavos.
Su exhibición continuó en la segunda parte (55), con un golpe franco lejanísimo que tocó el poste.
A esas alturas Ronald Koeman había reactivado su mortecino ataque con la entrada del delantero Wout Weghorst, el comodín de la Oranje desde el banco.
El potente delantero tuvo un impacto inmediato, templando un balón con la testa para Memphis Depay al que no llegó por centímetros (51). Veinte minutos después atrapó una pelota en el área pero su heterodoxo remate se encontró con el arquero Mert Günok.
A continuación, un duelo de sentido único: Países Bajos movía el balón e intentaba encontrar una fisura en un bloque turco solidario y encendido por los ánimos de la tribuna.
Por fin encontró premio el cuadro neerlandés cuando Depay colgó al área y De Vrij se estiró para conectar un perfecto cabezazo que terminó en la red.
Luego llegó el pase lateral que se paseó por el área hasta que apareció Gakpo entre dos defensores para rematar junto con Müldür en el 2-1.
A Turquía le tocaba volcarse y rozó el empate. Micky Van de Ven sacó bajo palos un disparo de Mehmet Celik y Cenk Tosun remató fuera de cabeza (88).
Con el tiempo cumplido el arquero neerlandés Bart Verbruggen selló su puerta con un remate exigido del ataque turco.
Ámbito