Minutos antes de que comience el partido entre el Manchester United y el Bournemouth en Old Trafford, correspondiente a la última jornada de la Premier League, la Policía evacuó a una parte del público al hallar un «paquete sospechoso» en una de las gradas del estadio.
Las tribunas denominadas Stretford End y Sir Alex Ferguson fueron desalojadas, a la vez que se emitía un mensaje por los altavoces reclamando tranquilidad. Los aficionados del Bournemouth, reunidos en las zonas norte y este, no estaban afectados por esa medida, por lo que permanecieron unos minutos más en el estadio.
Tras el anuncio de «código rojo», los jugadores tuvieron que retornar a los vestuarios y, a pesar de que uno de los sectores fue vaciado, la megafonía insistió en que todo el resto de los fanático se mantenga en sus asientos.
En primera instancia, el inicio del partido se retrasó 45 minutos, pero luego se tomó la determinación de suspenderlo definitivamente. Alrededor de media hora después de la hora fijada para el inicio del partido, todas las gradas del ‘Teatro de los sueños’ estaban vacías.
Con el público fuera, dos horas después, un equipo de artificieros de Manchester realizó una explosión controlada del mencionado artefacto sospechoso, que fue encontrado en uno de los baños del estadio y se trataba de un teléfono conectado a una tubería del estadio con unos cables colgando.
