Como parte del combate a las mafias intracarcelarias, el Servicio Penitenciario Federal, dirigido por el Ministerio de Seguridad de la Nación, desbarató tres intentos de ingreso de elementos ilícitos en tres unidades penitenciarias del país.
El primero de los operativos se realizó en la Unidad 7 de la Prisión Regional Norte en la provincia de Chaco. Tras una serie de investigaciones, los efectivos del penal tenían elementos fuertes para suponer que uno de los internos había ingresado algún elemento no permitido. En consecuencia, las autoridades dispusieron un registro del sector donde se encontraba el reo, el cual, efectivamente, reveló siete teléfonos celulares escondidos en una heladera. El electrodoméstico fue posteriormente sometido a un examen de rayos x, gracias al cual se descubrió un octavo teléfono y cables USB dentro del motor.
El segundo operativo se realizó en el patio lindante de dos unidades residenciales del Complejo Penitenciario CABA. Allí, la División de Seguridad Externa realizó una vigilancia especial por una información obtenida mediante tareas de inteligencia. En ese monitoreo, se constató que un individuo no identificado arrojó desde la vía pública un envoltorio plástico de color anaranjado de goma espuma. Inmediatamente, la fuerza envió efectivos a inspeccionar el elemento y halló que éste contenía un celular, siete papeles de liar cigarrillos, un billete enrollado con un polvo blanco dentro y un envoltorio de nylon con una sustancia herbácea. Luego de realizar los exámenes correspondientes, se determinó que se trataba de 2,6 gramos de clorhidrato de cocaína y 7,8 gramos de marihuana. A partir de este hecho, se están realizando actuaciones administrativas correspondientes. La División Asesoría Jurídica del Complejo pidió intervención al Juzgado Federal Nº 4 a cargo del Dr. Ariel Lijo.
El tercero de los procedimientos se efectuó también en el Complejo Federal de CABA, en el Pabellón 52. En ese lugar, la división Control y Registros detectó el intento de ingreso ilegal de seis teléfonos celulares, un cable USB y dos auriculares que estaban en poder de internos de la Unidad Residencial II. A raíz de ello, los agentes de la fuerza elevaron el hecho y comenzaron las gestiones disciplinarias correspondientes.
