Siempre le estará agradecido porque le otorgó asilo en nuestro país en el momento más difícil de su vida política cuando lo desplazaron de la presidencia de su amada Bolivia.
Coinciden mucho políticamente y hacen culto de su amistad. Por eso Evo Morales, el exmandatario boliviano, visitó este lunes por la noche al presidente argentino Alberto Fernández en la Residencia de Olivos. Hablaron de la actualidad de ambos países, de la situación mundial en el contexto de la pandemia de coronavirus, del fallo que beneficia a Lula da Silva, vieron juntos el partido entre River y Argentinos Juniors y luego el líder cocalero se quedó a pernoctar allí en la casa de huéspedes. Permanecerá hasta este miércoles en Buenos Aires.
El ex mandatario boliviano, en compañía de algunos amigos, había estado el lunes por la tarde en la cancha de Vélez donde presenció desde un palco el partido que por la Copa Libertadores femenina jugaron Boca y Deportivo Trópico de Bolivia. Aunque es un apasionado del fútbol Evo se debe haber ido con algo de tristeza porque el único representativo de su país en esta competencia perdió 10 a 1.
De allí se fue a Olivos. Con Fernández estuvieron hablando de la actualidad política en los dos países, especialmente de los desafíos que implica la salida de la pandemia, de cómo marcha la vacunación en ambos territorios y del fallo judicial que se conoció ayer sobre el expresidente brasileño Lula da Silva, quien fue absuelto por un juez de sus condenas por corrupción dentro de la causa del Lava Jato y que debido a esta medida judicial recuperará sus derechos políticos. Lula es muy amigo de los dos y se lo considera un aliado estratégico en Sudamérica.
Para la cena se sumaron la primera dama Fabiola Yáñez y el periodista Gustavo Sylvestre, quien momentos antes le había hecho una extensa entrevista al jefe de Estado argentino en la que, entre otros conceptos, se anunció que la salida del Gabinete Nacional de la ministra de Justicia, Marcela Losardo, es inminente. ¿Qué incluyó la comida? Bruschettas mediterráneas y lomo con ensalada.
Para último momento de la noche quedó otra vez el fútbol. Estuvieron atentos viendo el choque entre River y Argentinos Juniors, el equipo del que es hincha confeso Alberto Fernández, que se disputó en el Monumental en el cierre de la cuarta fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Allí finalmente el resultado final los dejó más que satisfechos porque el conjunto de La Paternal en los últimos minutos logró el gol a través de Gabriel Florentín y se quedó con el triunfo, el primero que consigue en el torneo.
Morales y Fernández fortalecieron su acercamiento con la estadía del líder cocalero en Argentina luego de la crisis política que lo obligó a renunciar a su cargo como presidente en Bolivia. En noviembre de 2019, un mes después de ganar las elecciones en las que resultó electo, Morales había dimitido tras denunciar “un golpe cívico, político y policial”, en un mensaje televisivo. Esa decisión se produjo poco tiempo después de que Williams Kaliman, el comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, le sugiriera que diera una señal concreta para desbloquear la crisis política que se había desatado en el país del altiplano. Evo había convocado a nuevas elecciones después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) tras auditar los resultados había detectado varias irregularidades pero ese gesto fue considerado insuficiente. Y tuvo que irse de su país.
En su lugar asumió como presidenta de facto de Bolivia Jeanine Añez quien gobernó casi un año hasta que en los nuevos comicios se impuso el candidato del MAS, Luis Arce, el candidato que respaldó Morales. El 10 de noviembre de 2020 Alberto Fernández acompañó a Morales, de 61 años y presidente de Bolivia entre 2006 y 2019, desde la localidad jujeña de La Quiaca a cruzar el paso internacional que la une con Villazón, en el sur boliviano, en lo que significó el regreso de Evo a su patria tras el exilio obligado con pasos por México, Argentina, Cuba y Venezuela.