James nació en Los Angeles, el 25 de enero de 1938 y se hizo famosa por canciones como «The Wallflower», «Something`s Got a Hold on Me» y «At Last».
Precisamente, el primero de estos éxitos fue compuesto en 1955 por John Otis, descubridor de Etta James y «el padrino del rythm and blues» que falleció un día antes que la cantante.
Etta James, enferma de leucemia desde 2010, falleció acompañada de su marido Artis Mills y de sus hijos, y además sufría demencia y hepatitis C.
La cantante, conocida como «Miss Peaches», superó su adicción a la heroína y sufrió distintos problemas de salud a lo largo de su carrera en los que obtuvo seis Premios Grammy.
Etta James fue una cantante fundamental en el capítulo crítico del rhythm & blues durante los años 50, cuando el blues rítmico quería convertirse en rocanrol o acercarse definitivamente la jazz.
Como tantas otras cantantes comenzó probando con el góspel en una iglesia de su barrio para ir aproximándose, luego, al blues y al rhythm & blues del momento.
Solo tenía cinco años de edad cuando comenzaron sus primeras incursiones en emisiones radiofónicas, respaldada por el profesor James Earle Hines.
Poco después llegaría su primera oportunidad profesional, a través de la llamada del baterista Johnny Otis en cuya orquesta comenzó Etta a cantar a la edad de catorce años.
Sus grabaciones para la fonográfica Modern Records, son las que la dejaron al borde de la fama y las que sembraron entre una importante generación de músicos que, en aquellos años, transitaba por los territorios del rhythm & blues, el rock y el pop incipiente.
Esa fue la etapa en la que asumió el sobrenombre de Peaches y grabó la impactante “Roll with me Henry” que llegaría a los primeros puestos de las listas de éxitos en el año 1955.
En 1960 firmó contrato con Chess Records de Chicago donde grabó algunos duetos con su pareja sentimental entonces, Harvey Fuqua (cantante del grupo The Moonglows), y con títulos redondos como “Trust in me”, de 1961, “Etta James rocks the House”, de 1963, e “In the Basementcon”, grabado en 1966 junto a Sugar Pie de Santo.
Leonard Chess, propietario de Chess Records, supo potenciar la imagen de Etta James como una cantante escalofriante de baladas, cuya voz lucía cargada con la fuerza y la reciedumbre de una contralto.
Etta James luchó durante buena parte de su vida contra la obesidad y contra su adicción a la heroína, y ambas cosas casi consiguieron sepultarla en el anonimato hasta que, en 1988, regresó con el álbum “Seven year Itch”, que consolidó su leyenda en el soul.
Albumes como “Mystery Lady”, dedicado a Billie Holiday, de 1994, o “Life, love and the blues”, de 1998, la muestran como una de las grandes protagonistas del blues y el soul de la segunda parte del siglo XX y de lo que llevamos del XXI, al que llegó con fuerzas renovadas.
En 2001 fue incorporada al prestigioso Blues Hall of Fame, y el flamante disco “The dreamer”, es de una factura notable.
Fuente: Telam