La jornada titulada “Autonomía de Santiago del Estero y el Rol del Productor Agropecuario”
fue organizada por la Fundación Federalismo y Libertad. En ella se debatió sobre la
autonomía provincial y el rol estratégico del productor agropecuario.
El coordinador de la Fundación, Exequiel Santiago Pérez López, hizo la apertura
llamando a ratificar la autonomía y la identidad provincial teniendo como pilar al campo.
Expresó lo beneficioso que sería que la provincia se base en un “modelo de inversión, trabajo y crecimiento que le permita a las personas ser dueñas de sí mismas”.
El encuentro contó con figuras de jerarquía, como el Ing. Alejandro Jurado (Presidente
Sociedad Rural del Sudeste), Dra. Mariló Gau (Diputada provincial), Ing. Tristán de
Villalobos (Fundación Barbechando), Gonzalo Torresi (empresa Agroproducciones Torresi),
entre otros. Las intervenciones resaltaron, como en ocasiones anteriores, que a pesar de
los excelentes indicadores provinciales que se exhiben orgullosamente, la provincia
continúa con deudas pendientes que vienen desde hace años.
Estado de situación del sector
Lideramos los rankings nacionales en materia de producción de granos, cabezas de ganado, producción de algodón, entre otros. Pero la necesidad de mejorar las condiciones productivas está más presente ahora que nunca. Retenciones, Ingresos Brutos (impuesto
local) y otras cargas que hacen de la presión fiscal cerca del 70% del trabajo del productor;
Infraestructura rural mala o inexistente en caminos que dificultan el traslado de mercaderías e insumos; Capacidad eléctrica insuficiente; Falta de bienes públicos como escuelas que no permiten el desarrollo, ya que los trabajadores no pueden asentarse y formar una familia donde sus hijos no puedan educarse; Acceso al agua y fuentes de riego por amiguismo; Necesidad de acciones y acceso a programas de fomento para pequeños y medianos productores de la región, como créditos blandos para enfrentar emergencias (chicharrita por ejemplo). O para proyectos de inversión en cartera que permitirían avanzar en la integración de la cadena de valor y generar más puestos de trabajo, tales como envasadoras o aceiteras.
En síntesis, demasiadas carencias propiciadas por un estado ausente, hacen que el productor agropecuario se sienta olvidado. Y que si no fuese por el empuje y la vocación
empresaria, no podrían suplir y superar este marco adverso, además del propio riesgo de su actividad.
Oportunidades para el sector
Tristán de Villalobos explicó la importancia de un trabajo más planificado, minucioso y
resiliente, junto con la necesidad de lograr la unión de los productores para poder hacer
reclamos que se oigan en todos los niveles. Se presentaron experiencias concretas de
articulación entre el sector agropecuario, la sociedad civil, el congreso y diferentes países.
Un llamado a la acción y toma de conciencia, porque “Si le sirve al campo le sirve a
Argentina”.
Agroproducciones Torresi presentó su modelo de gestión familiar como ejemplo de
productividad sustentable en la provincia. Esta familia emplea a cerca de 300 personas en
la zona Juries- Añatuya implementando un modelo de negocios integrado en diferentes
niveles. Modelo que necesitó fijar prioridades y audacia para reinventar el legado familiar.
Ambos casos fueron aplaudidos por los asistentes y generaron un enriquecedor intercambio
de ideas.
Quedó claro que el desarrollo de Santiago del Estero será verdaderamente autónomo
cuando logremos integrar plenamente al sector rural con políticas activas, diálogo sostenido
y un compromiso real con la producción y el empleo local. La jornada se consolidó como un
paso firme hacia una agenda de desarrollo federal y equitativo en el noroeste argentino.
