El debate sobre la violencia política en los años 70 sigue dejando mucha tela para cortar. Los dichos de Juan José Gómez Centurión, quien aseguró que no hubo un plan sistemático de desaparición de personas en la dictadura, reavivaron la cuestión y nuevas voces se sumaron para enriquecer el intercambio de opiniones.
Una persona que generalmente se expresa sobre el tema es Graciela Fernández Meijide, alguien a quien el drama de esos años la tocó de cerca, ya que tiene un hijo desaparecido y además integró la Conadep impulsada por Raúl Alfonsín en los albores de la recuperada democracia.
Más allá de esto, Fernández Meijide no muestra rencor y suele cuestionar el paradigma sobre los derechos humanos instalado durante el kirchnerismo, abogando por hablar de la «verdad completa». En esa línea, y durante una entrevista con TN, la dirigente remarcó que Montoneros no se alzó en armas contra la dictadura, sino que lo hizo durante un gobierno democrático.
«No es verdad que había víctimas inocentes y que un día hubo gente que se levantó y salió a matar gente. Eso no es la verdad de la historia», sostuvo. Vale recordar que la agrupación guerrillera resolvió pasar a la clandestinidad el 6 de septiembre de 1974, poco después de la muerte de Juan Domingo Perón y cuando la presidencia era ocupada por María Estela Martínez.
«Tenemos que saber cómo fuimos capaces como sociedad de llegar al paroxismo de la violencia que fue el golpe del 1976 y por toda la violencia que hubo antes. Eso no se está discutiendo bien», señaló la ex funcionaria.
En este sentido, Meijide recordó una conversación reciente que mantuvo con un chico de 19 años que acababa de cursar el CBC de Ciencias Políticas. «Charlando conmigo a raíz de un libro, me dijo: ‘Hasta que leí el libro de María O’ Donnell, (El secuestro de) los Born, pensé que los Montoneros se habían armado para luchar contra la dictadura'», dijo la ex ministra de Desarrollo Social de la presidencia de Fernando de la Rúa.
«Se creó un agujero», prosiguió Fernández Meijide. «Tanto se habló, y en buena hora se hizo con respecto a verdad y justicia, que nos quedó una visión que se profundizó durante el gobierno de los Kirchner, en la que había víctimas inocentes e incapaces de hacer nada contra otra gente que un día salió a matar. Esta no es la verdad de nuestra historia».
En su opinión, consideró que existe una larga «saga que empieza con el bombardeo del año 55» sobre Plaza de Mayo, prosiguió con «golpes de Estado, caída de gobiernos, amnistías» hasta llegar a «esa visión que justificaba la violencia porque había dictaduras».
«Desgraciadamente, terminamos (en 1973) con un Gobierno que fue elegido por un porcentaje de votos enorme, que buscaba parar el caos y la violencia, y a los dos o tres días de ser elegido Perón, lo matan a (José Ignacio) Rucci», manifestó la dirigente, quien apuntó sobre la responsabilidad que habrían tenido las organizaciones armadas en la antesala del golpe de 1976. «Después Montoneros podrá discutir si la conducción había dado esa orden (de matar a Rucci), o si fue el ‘grupo Sabino’, pero eso ocurrió. Se buscó el voto de la gente y cuando la gente votó, no se respetó su voto. Se lo desconsideraba», concluyó.
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Aunque muy crítica del accionar de las organizaciones vinculadas a la guerrilla urbana peronista y de izquierda, Meijide consideró que no es equiparable al terrorismo de Estado desplegado por los mandos militares.
«La gravedad que se hace desde quienes detentan el poder absoluto y pueden garantizar su impunidad, no se puede comparar con ninguna actitud, por más violenta que sea», reflexionó una de las principales referentes de la Conadep.