Más de 800 parejas fueron filmadas en moteles mientras mantenían relaciones sexuales y las imágenes fueron transmitidas en vivo en internet sin que los protagonistas se enterarán, aseguró hoy la policía de Seúl en el último ejemplo de la epidemia de cámaras espia que indigna en Corea del Sur.
El país se enfrenta a esta epidemia de «molka» (cámaras espías), en su mayoría instaladas por hombres para filmar mujeres en espacios públicos, aseos, transporte u oficinas.
La policía sospecha que cuatro hombres instalaron minúsculas cámaras -con un objetivo de un milímetro de diámetro- en los enchufes o televisores de 42 habitaciones de 30 moteles.
Las imágenes fueron transmitidas sin interrupción, las 24 horas del día, en una página internet que cuenta con unos 4.000 seguidores y domiciliados en un servidor extranjero. Algunos suscriptores también incluyen un suplemento mensual de 50.000 wones (45 dólares) para tener acceso a un material «exclusivo», que consiste en material editado.
Más de 800 parejas fueron filmadas a lo largo de tres meses, la mayoría de las veces manteníamos relaciones sexuales, dijo la Policía. «Un 50% de las 1.600 víctimas son hombres», precisó un portavoz.
La banda criminal recaudó 7 millones de wones. Dos sospechosos fueron detenidos, otros dos están siendo investigados.
En 2017 más de 5.400 personas sospechosas han sido detenidas en Corea del Sur, pero solo el 2% fueron condenadas a prisión.
En Corea del Sur, los moteles ofrecen una alternativa menos costosa a los viajeros pero también a las parejas que buscan intimidad lejos de las miradas de sus familiares.
Estos derechos están igualmente relacionados con la prostitución ilegal y la criminalidad.
Los Andes
