Exultante. Esa es la palabra que define el rostro del fiscal de instrucción José María Campagnoli. Fue el primero en indagar sobre la denuncia de lavado de dinero de la familia Báez. Cuando comenzaba a demostrar la ruta del dinero, fue suspendido en tiempo récord y enviado a juicio político. Campagnoli cree que fue una «decisión política». Para él, la detención de Lázaro Báez «es un broche» para aquella investigación.
En la entrevista con InfobaeTV en su despacho de la fiscalía de Saavedra, confirma datos importantes de la causa. SGI era un vehículo para lavar dinero. Se la quedó Lázaro Báez a través de su contador Daniel Pérez Gadín. Federico Elaskar fue «extorsionado» para venderla a precio vil. Se lavaron «millones de dólares». La plata llegó a Suiza y volvió a través de compra de bonos del Estado por parte de la empresa Helvetic Service Group. Esa empresa, según Campagnoli, era de Báez.
– ¿Qué le genera la detención de Lázaro Báez?
– Lo primero que me genera es una gran esperanza, un deseo de que este sea uno de los primeros pasos. Estas detenciones marcan un camino hacia el fin de la impunidad. Que la Justicia se ponga de pie y empiece a producir resultados. La gente está esperando que el que robó vaya preso.
– En lo personal usted con la causa Báez la pasó muy mal.
– Fue una época muy mortificante para mí. Fui sometido a un juicio político. Fue muy duro para mi familia y mi equipo de trabajo. Nos bajaron el sueldo, nos persiguieron, nos hicieron sumarios y causas penales. Cuando veo que Lázaro Báez está preso es como un broche final a ese comienzo de hace 3 años cuando empezamos estas investigaciones.
– ¿Usted demostró que SGI se la terminó quedando Lázaro Báez y era un vehículo para lavar dinero?
– Nosotros demostramos que (Daniel) Pérez Gadín se queda con SGI. Y Pérez Gadín era el contador de Lázaro Báez
– ¿Y para qué se usó SGI?
– Para lavar activos. Millones de pesos. La hipótesis nuestra era que querían sacar del juego a Federico Elaskar. Él tenía una flor de financiera y de un día para el otro la vende a un precio vil. Nosotros probamos la extorsión a Elaskar. A partir de ahí vino la debacle, el juicio político.
– ¿Hasta dónde avanzó usted con la Ruta del Dinero K? ¿Báez trae la plata de vuelta a la Argentina comprando bonos del Estado?
– Helvetic Group es Lázaro Báez. Ellos compran bonos del Estado nacional que terminan siendo depositados en cheques en el Banco Nación de Capital Federal.
– ¿Esa plata termina en Santa Cruz?
– Imagino que sí. Nuestra investigación da por probado esto. Son 50 y pico de millones de dólares. Nosotros establecimos distintos viajes del hijo de Báez con Pérez Gadín.
– ¿Quién lo mandó a juicio político a usted?
– Fue una decisión política. No era necesario suspenderme. Además fue en cuatro días.
– ¿Cuál era el apuro? ¿Fue una idea de Cristina Kirchner?
– Es una posibilidad. (Tengamos en cuenta) todo lo que vino después, el aparato periodístico kirchnerista atacándome. Habíamos pegado en el poder mismo. Nosotros investigamos un 10% del caso. Eso me puso en el terreno de los enemigos. De un día para el otro, era el enemigo.
– ¿Hoy Cristina debería estar preocupada por Lázaro detenido?
– Pienso que sí. Bajo la sombra del poder K, Báez se hizo multimillonario. Él fue bendecido por Cristina.
– La Ley del Arrepentido, ¿podría darse en este caso como dice el fiscal Raúl Plée?
– No lo creo. Existen herramientas legales. Pero en la práctica no pasa nunca. Hay un exagerado respeto por el silencio y presentar escritos. De todas maneras, Lázaro Báez y Ricardo Jaime están presos. Por ahí hablan para alivianar sus condenas. El tema es que muchos salen a los dos años, entonces esperan.
– ¿Por qué pasó todo junto? Jaime y Báez preso, Cristina a indagatoria.
– No es mi ámbito la Justicia Federal. Pero la verdad es que evidentemente hay otros tiempos judiciales. Todos vemos que los tiempos de la Justicia Federal son distintos. Me parece bien. Hay muchos jueces federales que con el kirchnerismo estaban agarrados con el juicio político.
– Panamá Papers. ¿Qué opina?
– En general el que crea una cuenta offshore no lo hace con fines santos. Es un cambio que el gobierno de Macri haya respondido. Por lo menos lo pusieron a (Marcos) Peña a dar explicaciones.
– ¿Le gustaría ser procurador general de la Nación?
– Claro que sí. Es como que a un sacerdote le preguntan si quiere ser papa.
– ¿Se lo ofrecieron?
– Por ahora solamente la doctora Carrió y la gente en la calle.