Flavio Mendoza, en crisis: «Vendí un departamento y tuve que alquilar mi casa de Carlos Paz»

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Sin dudas, Flavio Mendoza fue uno de los productores que más trabajó para que vuelvan a reabrir los teatros. Ya arrancando la temporada, el coreógrafo contó cómo es hacer tres obras en simultáneo y confesó que tuvo que alquilar su casa de Villa Carlos Paz para solventar los gastos.

Lunes, martes y miércoles hace teatro en Carlos Paz junto Florencia de la V y Juan Pablo Geretto, el resto de la semana se presenta en calle Corrientes con Un estreno o un velorio y El circo del Anima, en Parque Sarmiento. A pesar de la adrenalina y el estrés, Flavio está feliz de volver a subirse a las tablas después de tanta lucha. «Había que apoyar la temporada en este lugar que tanto me dio. Carlos Paz me cambió la vida. Y tampoco podía dejar lo de Buenos Aires, después de luchar tanto para reabrir el teatro», comentó el bailarín desde las sierras en Informados de todo.

A horas de debutar con la obra Tres empanadas en el teatro Luxor, el productor aseguró: «Estoy muy orgulloso porque ambos espectáculos tienen protocolos de mucho cuidado. Estamos volviendo a dar trabajo y eso me enorgullece (…). No sólo se sanitiza todo en cada función, sino que rotamos las butacas para que el público no se siente en los mismos lugares. He trabajado tanto en el protocolo como en lo que se ve arriba del escenario».

Y enseguida recordó su lucha no sólo para volver a darle trabajo a sus habituales colaboradores, sino para pasar la crisis que dejó esta pandemia. «En medio de la pandemia vendí un departamento y tuve que alquilar mi casa de Carlos Paz. Fue mucho dolor entregarla porque la armé con tanto esfuerzo y amor… Pero bueno, era la forma de pasar esta situación tan fea», confesó.

«En el teatro, tengo solamente de luz 245 mil pesos mensuales. Funcione o no funcione», contaba el productor en octubre, cuando la reapertura de las salas permanecía en duda. «Hace más de siete meses vengo pagando eso, aparte de un montón de cosas más, sin que me hayan dado un centavo o me hayan dicho: ‘No te preocupes, por lo menos no vas a tener que pagar los impuestos’. (…) Yo ya cumplí con mi deber social de quedarme en mi casa, de aguantar, pero ¿cuál es la ayuda que me dan? No pido que me regalen nada. Yo tengo la necesidad de trabajar», expresaba por entonces.

La Nación

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