Después de instalar el término “poliamor”, Florencia Peña se encamina a abrir un nuevo
debate nacional: la crianza “poligénero”.
Esta palabra que aparece destacada en la edición de esta semana de Caras, donde además la actriz cuenta que en su hogar no existen los métodos tradicionales de crianza: sus hijos, Toto, de 16; Juan, de 10 -frutos de su amor con Mariano Otero-, y Felipe, de 1 año -del abogado
Ramiro Ponce de León- no reciben penitencias, por el contrario, todo es charlado desde el amor y la compresión.
La actriz asegura que les inculca a sus hijos que «sean libres y se perciban sin rótulos». En su hogar friendly «no hay retos ni castigos, sino información y estímulos amorosos”. La palabra “poligénero” se asemeja al término pangénero y apunta a las personas que se perciben de varios géneros a la vez.
También es similar al “género fluido” con la diferencia de que las distintas identidades se pueden sentir de forma simultánea y fija. La jurado del “Súper Bailando” ya había hablado de la sexualidad de su hijo Juan en una nota en 2017, hoy convertido en un niño mediático. “Yo no sé qué es lo que él va a elegir el día de mañana pero no es algo que me desvele o me importe. Lo que haga o deje de hacer lo va a decidir él y si yo estoy de acuerdo o no es problema mío. Estaré para acompañarlo”.
Recordemos que en 2018 habló de un nuevo tipo de vínculo amoroso: el poliamor, y Florencia nstaló un debate que activó un escándalo, por una supuesta infidelidad de Ramiro Ponce de León. “Tenemos una relación abierta. Nosotros sabemos todo de todo. Somos muy amorosos, libres y nos queremos. Aunque me metiera los cuernos de arriba abajo, ¿cuál es el problema?”. “El poliamor es otra de amar”, finalizó.
