Florencia de la V cumplió 46 años y, lejos de querer hacer un balance, realizó una profunda y extensa reflexión tras encontrarse por alguna razón azarosa –como lo nombró – con una foto de su adolescencia que creía haber perdido u olvidado.
Durante su relato, la conductora escribió sobre aquellos años en los que vivió “la última etapa” de su “transición”, sus vivencias, sensaciones, temores tras crecer en medio de “la exclusión y la vergüenza”.
“Llegaron a mis manos unas fotos que no recordaba haber visto nunca. Son de mi adolescencia, más precisamente de mi transición”, comentó.
Y señaló que el hallazgo “fue un golpe en el centro de mi memoria emotiva” porque “creía no tener imágenes de esa época, durante años busqué material y no encontraba nada”.
“Son de la última etapa, la más difícil, esa donde deja de ser un juego para convertirse en una realidad: la del miedo, la incertidumbre, la de las hormonas”, recordó Flor de la V en la publicación que realizó en sus redes sociales.
“Hasta ese momento, mis pechos aún eran de mijo (mis panchos, les decía) y la ropa de Florencia solo salía los fines de semana para volver a esconderse detrás de los cajones oscuros de una cómoda, con el temor a que alguien la descubriera”, memorizó.
Reflexionó que aquellas imágenes de su adolescencia se borraron de su mente por autoprotección: “Pocos son los recuerdos lindos de ese periodo, crecí llevando el peso de la exclusión y la vergüenza. Todo a mi alrededor me lo recodaba”, comentó al respecto.
Hoy, a sus 46 años, recordó lo que pensaba en aquel entonces y lo que vivía: “Es increíble descubrir el alto precio que pagábamos por buscar nuestra identidad y todo lo que estaba dispuesta perder si tomaba el camino del travestismo. No solo la familia o lxs amigxs, también la propia vida”.
La vedette recordó que “en ese momento, yo sentía que quería ser mujer y no era la única. Casi todas las travestis pensábamos igual. Sin información ni referentes o pares en quien inspirarnos, toda nuestra construcción era la de una mujer cis binaria”.
“Con el tiempo descubrí otra manera de encontrarme más acertada con lo que siento: ni mujer, ni heterosexual, ni homosexual, ni tampoco bisexual. Soy una disidente del sistema-género, mi construcción política en esta sociedad es la de travesti de pura cepa. Eso lo que soy y lo que quiero y elijo ser”, sostuvo con clara firmeza.