Los liberales del VVD, la fuerza Llamada Democristiana (CDA), los centristas del D66 y los verdes de GroenLinks fracasaron este lunes en el primer intento oficial de formar una coalición de gobierno en Holanda, tras dos meses de negociaciones desatadas por las elecciones generales del 15 de marzo pasado y la constitución del actual Parlamento atomizado.
«La inmigración era un umbral demasiado alto. No encontraron un punto común en esta cuestión», explicó la liberal Edith Schippers, mediadora en las conversaciones, en una conferencia de prensa, en referencia a las diferentes posturas sobre la política migratoria que debería adoptar el próximo gobierno, según la agencia de noticias EFE.
Sybrand Buma, de CDA, también se mostró «decepcionado» y reconoció ante la prensa que «las diferencias son demasiado grandes, sobre todo en lo que se refiere a la inmigración».
El premier, por su parte, calificó de «lamentable» el fracaso de las negociaciones, pero evitó adelantar qué fuerzas políticas serán invitadas a discutir en la segunda ronda de diálogo.
Las opciones de los partidos de centroderecha, de derecha y extrema derecha para alcanzar la mayoría parlamentaria de 76 diputados son la Unión Cristiana (UC), el Partido Socialista (PS) o el Partido de la Libertad (PVV), del ultraderechista Geert Wilders.
Mientras la mayoría de los dirigentes de este sector se mantienen expectantes y moderados, Wilders celebró este lunes el fracaso de las negociaciones y se volvió a ofrecer como opción, aunque todos los partidos holandeses rechazan sentarse a la mesa con él.
Fuente: Telam
